Hay gente que simula que sus mascotas son perros de servicio, y les arruinan la existencia a quienes lo necesitan de verdad

Los animales de servicio son compañeros vitales para las personas con discapacidades, y les ayudan a vivir su vida con la mayor libertad posible, mientras los protegen de los peligros. Sin embargo, hay personas que abusan del sistema y mienten diciendo que sus perros también son «de servicio», o presentan dudosos certificados que afirman que necesitan animales de «apoyo emocional» por razones estúpidas.

Esta entrenadora de perros de servicio decidió airear su frustración sobre la situación, usando su experiencia para ilustrar la diferencia entre un auténtico perro de servicio entrenado apropiadamente y uno que solo ha sido llamado «perro de servicio» porque su dueño es egoista y le viene bien. «Gracias a mi familia llevo trabajando alrededor de perros desde que era muy joven,» dijo Lex. «Me convertí en entrenadora profesional hace 3 años y ahora trabajo para una organización de entrenamiento de perros de servicio.» Su propio perro, Faith, lleva a cabo varias tareas que van desde guía en caso de ataque de pánico, a encontrar una salida, estimulación táctil, disrupción de autolesiones, bloqueo y recogida de objetos caídos.»

Como puedes ver, los verdaderos perros de servicio realmente salvan vidas. Este fenómeno de «falsos» perros de servicio no es solo deshonesto, sino que también causa problemas a aquellos que los necesitan de verdad, dificultando aún más las situaciones. «De momento, sé de un par de propuestas que han llegado al congreso. Pero requerir certificados y licencias sería discriminatorio y una violación. Personalmente, creo que necesita haber un registro y certificado nacional para los perros de servicio LEGÍTIMOS que están entrenados para asistir a personas con discapacidades LEGÍTIMAS.»

Aquí debajo puedes leer la elocuente explicación de Lex, y decirnos que piensas en los comentarios. ¿Tienes un perro de servicio? ¿Te has encontrado alguna vez con uno falso? ¡Únete a la discusión!