Los bares son sitios geniales a los que ir, pero seguramente serían mucho mejores si los camareros fueran hamsters. Y ese es el tipo de mundo que se imagina Kawanabesatou, un usuario de Twitter que trabaja como vigilante en un cementerio, pero que cuando vuelve a casa disfruta fotografiando a sus hamsters atendiendo los diminutos bares que les ha construido.
Ni idea de por qué estos hamster pasarían tanto tiempo en bares, pero están sorprendentemente bien hechos dado su tamaño. También tienen librerías e incluso un escaparate con lápidas entre todos sus escenarios.
Hay una industria entera dedicada a crear minúsculas comidas y bebidas para colocar en casas de muñecas o diminutas maquetas. Así que si alguna vez deseaste ver un hamster comiendo sushi o bebiendo cerveza, ya puedes tacharlo de tu lista de asuntos pendientes.
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