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Mientras la mayoría de los niños de 5 años están en el colegio o jugando, la pequeña Anna Wang, que vive en el suroeste de China, se dedica a cuidar de su abuela y de su bisabuela. De hecho, es la única que cuida de ambas ancianas, algo que le ha tocado por circunstancias que ningún niño tendría que soportar.
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El padre de Anna fue encarcelado por razones desconocidas cuando ella solo tenía 3 meses, y su madre se casó de nuevo y abandonó a la pequeña poco después. Quedó sola en las remotas montañas de Zuyin con su abuela, que sufre artritis severa, y su bisabuela de 92 años. Comenzó a recoger comida y cocinar para ellas, y también lleva a cabo otras tareas, como limpiar y ayudar a las ancianas en el baño.
Un vecino generoso le permite a Anna recoger verduras de su huerto. Supuestamente, Anna ha comentado a los medios de comunicación chinos que hace esto porque quiere y que le «desea buena salud» a su familia. Sin embargo, estas descorazonadoras fotos muestran una infancia perdida y olvidada.
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