ADVERTISEMENT

¿Alguna vez te has encontrado en el Ikea sin la menor idea de por qué estás ahí? Es la magia negra de Ikea. Te atrae sutilmente con sus invisibles tentáculos escandinavos y no te deja marchar hasta que te has comprado al menos una cosa a la que no tienes ningún uso que dar.

ADVERTISEMENT

El hombre que ha creado esta divertida historia sabe perfectamente a lo que nos referimos, ya que se ha encontrado recientemente en esa tesitura junto a su esposa, sin tener idea de por qué. Así que para intentar que ese viaje sin sentido al Ikea tuviera alguna explicación, decidió documentarlo y subirlo a internet. ¿Salió vivo de allí? Y lo más importante, ¿consiguió no comprarse nada? Lee su divertido diario con fotos para descubrirlo

«Estamos aquí. Nuestro piso está amueblado. No sé por qué volvemos»

ADVERTISEMENT

«Parece que estamos aquí, en parte, para comer»

«Me he manchado los pantalones con una salsa de frutas morada, para variar. No sé si se quitará. En Facebook, mi tía me recomienda echar agua hirviendo, pero que me quite los pantalones antes»

«No recibo instrucciones sobre dónde dejar mi unidad de movilidad de comida, la he puesto aquí. Espero que no cause inconvenientes»

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

«Quizá estamos aquí para buscar soluciones de almacenamiento institucional. Mi esposa dice que quizá cuando tengamos 8 hijos. No tenemos ninguno. Seguimos adelante»

«Estamos mirando velas. Tenemos muchas. Compramos nuestras actuales velas en Ikea. Estas son ligeramente distintas»

ADVERTISEMENT

«Me ha preguntado qué me parece esto. Le he dicho que no nos cabe. Aparentemente, es una respuesta incorrecta»

«Parece que estamos aquí buscando un espejo. Empiezo a recordar una conversación en la que ella expresaba esa necesidad»

ADVERTISEMENT

«Esto no es un espejo. Nuestro propósito final sigue siendo tan misterioso como los puntitos de las vocales en las etiquetas»

ADVERTISEMENT

«Mi esposa está encantada con las ratas de peluche. Esto no me alarma ni me sorprende, aunque me extraña que las ratas estén tan destacadas en la exposición. Es una extraña elección de marketing»

«Más ratas. Empiezo a preguntarme si son significativas de algún modo en la cultura sueca»

«Comenta lo recias que son estas cucharas. No me parece que nuestras otras cucharas medidoras sean estructuralmente endebles»

«Afirma que aquí están las servilletas. Con esta evidencia, tengo que estar de acuerdo en que tiene razón»

«Me pregunta si estoy preparado. Digo que sí, pero no sé a qué se refiere»

«Mi mujer dice que esto quedaría bonito. Expreso mis dudas sobre colgar una foto de una desconocida en la pared. Ella se refería al marco»

«Vivimos en un sótano. Temo por la vida de cualquier planta que compremos»

«Mi mujer pregunta qué es esto. La etiqueta no ayuda nada»

«Mi mujer dice que le recuerdan a los baobabs. Le recuerdo que los baobabs son altísimos. Se le va a desprender la retina si sigue poniendo los ojos en blanco»

«Me ha pillado»

«Estamos en la cola de caja. Tenemos una cubierta de microondas, un bol para el azúcar y un divisor de cajones. No tenemos un espejo. Mi esposa dice que quiere un helado»

«Te quiero para siempre, aunque ya tenga que hacerlo, dice mi esposa. Yo también la quiero»