18 memes sobre crianza con los que se sentirán identificados, perfectos para desconectar un rato
Criar hijos es una de las experiencias más gratificantes de la vida, pero mentiríamos si dijéramos que es fácil. La crianza exige un esfuerzo constante e inagotable, y nos pone a prueba de formas muy creativas. Todos los padres que conocemos agradecerían un descanso más que merecido del caos.
Así que, para tratar de sacarles una sonrisa mientras pasan a buscar a su hijo pequeño del jardín de niños o tratan de juntar la fuerza necesaria para enfrentarse al desorden de la casa, hemos seleccionado algunas de las mejores imágenes de la comunidad en línea “Memes For Parents” (Memes para padres).
Los memes son divertidos, reflejan situaciones con las que muchos se pueden sentir identificados y, además, sirven como recordatorio de que, incluso en los momentos más duros, no estamos solos.
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Yo, todas las noches
¡Las generaciones más jóvenes son tan egocéntricas!
La crianza ya es bastante difícil por sí misma. Y, si además hay que compaginarla con el trabajo, la carga puede volverse abrumadora y acabar en agotamiento extremo.
No debería darnos vergüenza poder reconocer que nos sentimos sobrepasados y necesitamos ayuda. Tener una red de apoyo sólida —familia, amistades, compañeros de trabajo y vecinos— puede ser decisivo para prosperar y no solo sobrevivir.
La psicóloga Nekeshia Hammond, experta en prevención del Síndrome de desgaste profesional, le comentó a NPR que el agotamiento parental no se presenta de la misma manera en todas las personas. “En algunos casos, el agotamiento se manifiesta como nerviosismo, irritabilidad o distanciamiento de la pareja o de los hijos”, señala. También explica que otros pueden experimentar trastornos del sueño, cefaleas recurrentes o cambios en el apetito.
El estrés crónico es perjudicial tanto para el cuerpo como para la mente, ya que puede generar depresión, ansiedad y aumentar la presión arterial.
Lo vería sin dudar
La psicóloga Hammond señala que, en momentos en los que la crianza se vuelve abrumadora, una estrategia útil puede ser bajar el ritmo, programar un temporizador por un minuto, respirar profundamente e intentar calmar el cuerpo y la mente. De este modo, se genera el espacio necesario para un reajuste mental.
Por su parte, Eve Rodsky, especialista en la división del trabajo por género, explicó a NPR que, cuando alguien se siente desbordado, es conveniente ceder parte del control. Recomienda hablar con la pareja para repartir de manera más equitativa las tareas de crianza y del hogar, y mantener una comunicación fluida.
Más kétchup, por favor
Por su parte, el ex Cirujano General de Estados Unidos, Vivek Murthy, enfatiza que las madres y los padres solteros deben dejar de lado el miedo a pedir ayuda cuando la necesitan. También recomienda estar dispuestos a aceptarla cuando otras personas la ofrecen.
Además, Murthy aconseja a las madres y los padres priorizar su bienestar, ya que esto tiene un impacto significativo en la relación entre padres e hijos. “La salud mental de los padres y la de los hijos están profundamente interconectadas”, señala.
En situaciones severas de agotamiento parental, es importante acudir a un médico o a un profesional de la salud mental.
Quiero tener otro hijo
Un estudio reciente muestra que la alarmante cifra del 65% de los padres y madres trabajadores encuestados ha reportado agotamiento extremo. Esto tiene “importantes consecuencias para las familias”.
Según el estudio, algunos trastornos de salud mental en los padres y en sus hijos se asociaron con el agotamiento parental. Además, se encontró que el agotamiento parental está vinculado a un mayor riesgo de maltrato infantil.
¡La mejor idea!
De acuerdo con el estudio, el agotamiento parental mostró una correlación con trastornos de salud mental como la ansiedad, la depresión y el TDAH, entre otros.
“El agotamiento parental surge del estrés prolongado y de las exigencias constantes de la crianza, y da lugar a un estado de cansancio físico, emocional y mental. Puede provocar en los padres sentimientos de desesperanza, impotencia y falta de motivación para interactuar con sus hijos y cumplir con las tareas propias de la crianza”, señala el estudio.
