«Casual UK»: 25 divertidas publicaciones que ilustran perfectamente el humor británico (Nuevas fotos)

Cuando se trata de comparar el humor estadounidense y británico, el comediante Ricky Gervais piensa que el primero está más "en la línea".

Gervais, quien coescribió, coprodujo y protagonizó la exitosa serie de la BBC The Office, que estuvo en el aire durante dos años y fue adaptada para una serie estadounidense durante ocho temporadas, cree que los estadounidenses no ocultan sus esperanzas y temores.

"Aplauden la ambición y recompensan abiertamente el éxito. Los británicos se sienten más cómodos con los perdedores de la vida", escribe en la revista Time. "Aceptamos a los desamparados hasta que ya no son los desamparados. Nos gusta rebajar la autoridad un par de veces. Solo por el placer de hacerlo. Los estadounidenses dicen, 'que tengas un buen día', lo quieran en serio o no. Los británicos están aterrorizados por decir esto. Nos decimos a nosotros mismos que es porque no queremos parecer poco sinceros, pero creo que podría ser por la razón opuesta. No queremos celebrar nada demasiado pronto. El fracaso y la decepción acechan en cada esquina. Esto se debe a nuestra educación. A los estadounidenses se les educa para creer que pueden ser el próximo presidente de los Estados Unidos. A los británicos se les dice: 'No te sucederá'".

Gervais explica que estas diferencias son evidentes en todas partes, desde los medios de comunicación hasta las conversaciones mundanas. "Hay una sabiduría recibida en el Reino Unido de que los estadounidenses no entienden la ironía. Esto, por supuesto, no es cierto. Pero lo cierto es que no lo usan todo el tiempo. Aparece en las comedias más inteligentes, pero los estadounidenses no lo usan tanto socialmente como los británicos. Lo usamos tan liberalmente como las preposiciones en el habla cotidiana. Nos burlamos de nuestros amigos. Usamos el sarcasmo como un escudo y un arma. Evitamos la sinceridad hasta que es absolutamente necesario. Nos burlamos de las personas que nos gustan y de las que no nos gustan ,básicamente. Y de nosotros mismos. Esto es muy importante. Nuestro descaro y arrogancia están cargados de porciones iguales de autodesprecio. Esta es nuestra licencia para repartirlo".

Si cree que esto a veces puede percibirse como desagradable, tiene razón. Pero solo si los destinatarios no están acostumbrados. En realidad, no lo es. Como dice Gervais, es solo jugar a pelear. "Es casi una señal de afecto si nos gustas, y un subidón de ego si no. Solo tienes que saber cuál es".

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