
20 Mujeres cuentan cuando fueron ignoradas en favor de los hombres, a pesar de ser ellas las clientas
Ser ignorados es muy frustrante. Pero que te ignoren por tu género, raza, cultura o sexualidad es suficiente para cabrear a cualquiera. Por desgracia, incluso durante el siglo XXI, ser estereotipado e ignorado al primer vistazo es algo que sigue ocurriendo.
En un hilo viral de la comunidad r/AskReddit, el usuario Teacherspet5859438e pidió a las mujeres que contaran esas veces en que fueron ignoradas en favor de sus parejas masculinas, colegas o amigos, a pesar de ser ellas las clientas.
Aquà tienes algunas de las mejores respuestas, y si quieres puedes contarnos si te ha pasado algo similar en los comentarios. Algunas de estas historias puede que te cabreen por lo injustas que son. ¿Mala educación? Eso es solo la punta del iceberg...
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Soy veterana del ejército, mi tarjeta de débito está asociada a un banco de militares. Cada vez que pago en un restaurante, se la devuelven a mi marido y le dan las gracias por sus servicios. Él nunca ha estado en el ejército. La tarjeta tiene mi nombre y me ven sacarla del bolso.
O cuando ven la tarjeta me preguntan si mi marido o mi padre han estado en el ejército. No, yo sÃ. Gracias.
Estábamos comprando un colchón nuevo, fuimos juntos para elegir uno que nos gustara a ambos, pero lo iba a pagar yo. El vendedor hablaba más mi marido, pero ya estoy acostumbrada. Entonces mi marido se puso a pasear por la tienda y me pidió dinero para algo decorativo. Era muy raro, pero se lo di.
Entonces el vendedor se olvidó de él INMEDIATAMENTE, en su mente yo llevaba los pantalones, y se puso a hablar conmigo. Conseguà negociar un precio algo más bajo. Amo a mi marido, sabÃa exactamente lo que hacÃa.
En agosto me compré una camioneta nueva, y fui con mi novio al concesionario. Él es blanco y yo mexicana. Pregunté por cierto modelo que tenÃan expuesto, y el vendedor empezó a hacer preguntas a mi novio. Él le dijo que el vehÃculo era para mi, pero no dejó de ignorarme. Llegó un vendedor latino y me preguntó si necesitaba ayuda. En hora y media tenÃa en la mano las llaves de la camioneta que querÃa. Mi novio seguÃa con el otro vendedor, y al verme con las llaves puso cara de decepción y enfado. Mi novio se rio y le dijo "Te dije que era para ella".
El hilo tuvo 63600 votos y más de 200 premios, demostrando que es un tema que interesa a la comunidad. En el hilo se señala que hay muchos hombres con esta actitud medieval, pero también que hay hombres más que dispuestos a plantar cara por las mujeres y corregir a quienes tienen esta actitud.
Estaba comprando componentes de ordenador con un amigo, que me pidió ayuda para actualizar su procesador y placa madre. El empleado no paraba de preguntar a mi amigo lo que querÃa, y cuando tenÃa que responder yo, me preguntaba 2 y 3 veces si estaba segura. SÃ, estoy segura, tengo un graduado en informática. Dame ese procesador.
Fui a comer con un compañero de trabajo, y la camarera le trajo a él la cuenta. Ambos tenemos el mismo nivel, pero yo tengo tarjeta de la compañÃa y él no, debido a la naturaleza de nuestros trabajos. Él cogió la cuenta y me la dio, diciendo "ella es la jefa". Esto me hizo sentir validada y él comió gratis.
Un carpintero vino a arreglar algo a MI casa, y casualmente, un amigo mÃo estaba de visita.
Le saludé y comencé a hablarle del problema que habÃa. Entonces vio a mi amigo, me dio la espalda literalmente mientras yo le estaba hablando. En MI casa.
Yo le hubiese invitado amablemente a dejar mi casa inmediatamente-a no ser que la averÃa fuese urgente.
Los estereotipos de género son uno de los mayores obstáculos para alcanzar la verdadera igualdad de género, porque llevan a la discriminación. Son ideas preconcebidas en las que hombres y mujeres tienen caracterÃsticas asignadas arbitrariamente y roles determinados y limitados por su sexo, según el Consejo Europeo.
Soy dueña de un negocio, y tengo un asociado que es un hombre. Algunos clientes cuando me ven, me piden "hablar con mi jefe". El peor fue un tipo que chasqueó los dedos y me dijo "pon una cafetera, chiquita". Ni le hice un café, ni le di el descuento que pedÃa.
En las convenciones de cómics. He aprendido a decirles a los hombres que no me gustan los cómics cuando me preguntan por ello. Porque si digo que sÃ, casi siempre se convierte en un interrogatorio en el que intentan demostrar que no soy una fan auténtica de los cómics. Me gano la vida dibujando cómics.
Cuando me quitaron el apéndice, pregunté al médico cuando podrÃa volver a practicar sexo. Se giró hacia mi marido y dijo "Cuando te sientas bien, puedes comenzar a mantener relaciones sexuales de nuevo". No sé si le incomodaba hablarme de ello o le decÃa a mi marido que cuando él prefiriera, fue muy raro.
La educación es una de las claves para cambiar esta actitud. Pero la responsabilidad personal es parte de la solución. Hay polÃticas que pueden ayudar a cambiar estos estereotipos en el lugar de trabajo, y fuera también. Eso, y recordar a la gente que la educación básica, como no dar la espalda a alguien o ignorarles, significan mucho, a pesar de estar en 2021.
Estaba intentando comprar una tele y mi novio vino conmigo para ayudar a cargarla. Cada vez que preguntaba algo, el empleado se giraba hacia mi novio y le hablaba a él. Incluso cuando decÃa "no sé, la tele es para ella", el empleado ni siquiera me miraba. Estaba muy molesta, pero la gota que colmó el vaso fue cuando le di MI tarjeta de crédito y le preguntó a mi novio si querÃa la garantÃa de 2 años. Le grité: "¡ES MI TELE, LA ESTOY COMPRANDO YO, DEJA DE INTENTAR VENDÉRSELA A ÉL!" Fue la peor experiencia de este tipo que he tenido.
Una vez, pillé a unos cazadores en mis propiedades. No fui maleducada con ellos, solo les saludé desde el otro lado del campo. Al dÃa siguiente, vinieron a mi casa. Un señaló el coche de policÃa aparcado y quiso hablar con mi marido sobre cazar en mis tierras.
Les dije "podéis hablar con él si queréis, pero ese es mi coche y estas son mis tierras, no las suyas". Aún asÃ, insistieron en que mi marido les diera permiso.
Trabajo como productora de un programa de TV y muchos de mis compañeros son hombres. Contratamos a operadores de drones de la zona a la que vayamos, asà que nos reunimos con ellos y les explico por encima lo que queremos mostrar. El 75% de las veces hacen preguntas dirigiéndose a mis compañeros. Pasa en todos lados. Ahora ellos tienen la costumbre de mirarles sin comprender y decir "pregúntale a ella".
Fui con mis padres a elegir universidad, y en admisión siempre hablaban con mi padre y le pedÃan confirmación si mi madre decÃa algo. Mi madre lleva las finanzas de la casa, está más cualificada para comentar el préstamo de estudios y semejante. Cuando salimos de allà estaba furiosa por haber tenido que luchar con el tipo de admisiones para tener una conversación normal.
Mi profesora me contó que allá por los 80, llamaban a casa para venderte cosas, por teléfono fijo. Y un hombre llamó preguntando por el hombre de la casa para cambiar de compañÃa de algo. Mi profesora dijo que su marido estaba de viaje de negocios, que llamara otro dÃa.
Volvió a llamar preguntando lo mismo, y le dijo que no habÃa vuelto. Al dÃa siguiente igual.
Cuando al fin, después de varios dÃas, pudo hablar con su marido, le explicó sobre la compañÃa y los beneficios, y el marido dijo que hablara con su esposa, que ella lleva las facturas y demás. Mi profesora cogió el teléfono, dijo "no, gracias" y colgó.
Cuando intentaba comprarme un coche, los vendedores de cada concesionario se ponÃan a hablar con mi marido en vez de conmigo, aunque fui yo quien contactó con ellos y se presentó. Mi marido se hartó y empezó a decirles "No me lo cuentes a mi, no es mi coche. Habla con ella". Al final compré el coche a una vendedora que nos trataba de forma igual, hasta que pronto descubrió que mi marido no tenÃa nada que ver en la decisión.
He estado al otro lado de esto.
Durante años trabajé en una tienda de bicis. Un dÃa vino una pareja, la mujer querÃa una bici para ella, pero el marido era muy dominante, en vez de dejarle hablar, decÃa lo que ella querÃa y no querÃa. Cuando quedó claro que no iba a dejar hablar a la mujer, dejé que el hombre hiciera las preguntas, pero yo respondÃa girándome hacia la mujer, ignorando al hombre descaradamente.
A ella le encantó, comenzamos a conversar y le gustó saber cosas sobre las bicis e ideas para comenzar a practicar este deporte.
Tengo una enfermedad que causa dolor crónico, es de familia. Mi padre y otros familiares hombres nunca tienen problemas para recibir analgésicos, pero los médicos nunca me los querÃan dar a mi, a pesar de decirles el dolor que sufro.
Asà que comencé a llevar a mi padre o a mi marido a las consultas (algo muy intrusivo) y ellos repetÃan lo que yo decÃa de mi dolor, y de repente, ya tenÃa mis analgésicos.
Estaba intentando recoger un paquete en Correos que venÃa a nombre mÃo y de mi marido. Me dijeron que tenÃa que venir mi marido a por él. Pregunté si tenÃamos que firmar los dos o algo, y dijeron que no, solo él.
No me hizo gracia alguna. Tras discutir un rato, conseguà que me dieran el paquete.
Cuando era bebé, no me "enganchaba" cuando mi madre intentaba amamantarme, asà que no comÃa bien. Cuando me llevaron al médico, el doctor ignoró a mi madre por completo y solo habló con mi padre porque ella era "estaba muy histérica". Estuvo a punto de descubrir lo que era estar histérica de verdad.
Encargué una barbacoa que tenÃa que ir a recoger, y le pedà ayuda a un amigo con furgoneta para llevarla. El vendedor salió muchas veces a decirle a mi amigo que la barbacoa estaba en camino, que en breves llegarÃa y a disculparse. Mi amigo le decÃa "Habla con ella, yo solo soy el transportista". Las mujeres compramos cosas, nos gusta comer en barbacoas también.