40 Novios y maridos que pusieron el listón muy alto para otros hombres (nuevas fotos)

A la hora de pensar en el regalo adecuado, hay que tener en cuenta muchos factores. Qué le gusta a la persona, cuál es el mensaje que quieres expresar y cómo sorprenderla con él. Ya hemos hablado de cómo algunas personas acabaron recibiendo los peores regalos de la historia y cuáles fueron los errores que hubo detrás. Si quieres evitar verte envuelto en esas historias, sólo recuerda que hay dos objetivos principales a la hora de comprar cosas para tus seres queridos: hacerles felices y fortalecer vuestra relación.

Para conseguirlos, tienes que idear un regalo memorable que demuestre lo mucho que te importan. Normalmente, la gente piensa que los regalos más especiales son los que ellos mismos idean. Pero la mayoría de las veces, la gente tiende a ser más feliz cuando recibe algo que realmente deseaba. Así que la solución obvia es pedírselo directamente, aunque pueda parecer que se está fallando en el terreno de la consideración. 

A menudo, dedicar tanto tiempo a pensar en el regalo perfecto puede provocar ansiedad. ¿Y si la persona piensa que es un regalo terrible? ¿O qué pasa si otros compran algo mejor? Cuando se trata de esto, siempre hay un riesgo social. Un regalo bien pensado puede reforzar la relación y hacer que os sintáis aún más unidos que antes. Un mal regalo puede provocar lo contrario.

Unas investigaciones demuestran que los regalos no deseados pueden influir en la forma en que vemos a nuestras parejas o cónyuges. Los regalos juegan un papel importante a la hora de determinar si hay una similitud de gustos e intereses entre las dos personas. Tras un par de experimentos con 62 participantes, quedó claro que las cosas que compramos influyen en la forma en que vemos el futuro de nuestras relaciones, y a veces no en el buen sentido.

Cuando las personas recibían un regalo indeseable, "los hombres se veían a sí mismos como relativamente diferentes a su novia y reportaban una perspectiva más negativa sobre el futuro de la relación. Las mujeres respondieron a la mala elección del regalo de su novio inflando sus informes de similitud con él, dejando intacta su perspectiva de la relación", explicaron los investigadores.  

"Aunque sugerimos que esta diferencia de género surgió porque las mujeres desplegaron defensas psicológicas en respuesta a la amenaza que suponía recibir un mal regalo, es posible que las mujeres estuvieran menos disgustadas con el mal regalo que los hombres".

Si se hace bien, hacer regalos puede ser una de las mejores formas de manifestar tu amor. En 1992, Gary Chapman publicó un exitoso libro titulado "Los cinco lenguajes del amor: Cómo expresar un compromiso sincero con tu pareja", que revolucionó la forma de ver nuestras relaciones. Según él, hay cinco formas románticas de dar y recibir amor: el contacto físico, el tiempo de calidad, los actos de servicio, las palabras de afirmación y la entrega de regalos. 

Y hoy nos interesa especialmente la de los regalos. Significa que realmente "hablamos" a través de la forma en que elegimos y hacemos regalos a nuestras parejas. Esto no significa que las personas que se identifican con este lenguaje del amor estén constantemente comprando regalos de declaración y haciendo grandes gestos. Se trata sobre todo de pequeños detalles y bonitas sorpresas, y no de avaricia. 

Mark Williams, un consejero de salud mental y coach de relaciones licenciado, dijo: "Si tu lenguaje del amor o el de tu pareja son los regalos, eso significa que te sientes amado [o que estás demostrando amor] con un objeto tangible". No importa si se trata de un par de cómodos calcetines de Navidad o de un coche nuevo, lo importante es la idea que hay detrás: demostrar que siempre estás en su mente. También tiene un valor sentimental, porque cada vez que mire el regalo, le recordará la experiencia. 

No siempre es fácil determinar qué lenguaje del amor prefiere tu pareja. "A menudo hablamos a nuestras parejas el lenguaje del amor que nosotros mismos queremos recibir. Es decir, si tu pareja te compra un disco dos días después de que hables de lo mucho que te gusta un nuevo grupo musical, o te regala una suscripción a una revista que cree que te gustaría, es probable que su lenguaje del amor sea el de los regalos", explica Williams.

Además, si tu pareja está muy entusiasmada con los regalos que ha recibido de ti y presume de ellos con sus amigos, también es una señal bastante obvia de que los regalos podrían ser su lenguaje del amor preferido. "Si pasas por una panadería todos los días de camino a casa desde el trabajo, míralo con el prisma de 'Mi pareja se siente realmente querida cuando le traigo regalos' y párate a comprar un pastelito antes de volver a casa. No tienen que ser grandes compras, ni tienen que ser siempre", sugiere Williams. 

Si el lenguaje del amor de tu otra mitad es el de los regalos, también podría ser realmente beneficioso para ti porque resulta que dar podría ser incluso mejor que recibir. Según una investigación publicada en Psychological Science, parece que la felicidad no disminuye, o al menos lo hace más lentamente, en aquellas personas que hacen regalos repetidamente a otras, en comparación con las que reciben esos mismos regalos una y otra vez. 

"Si se quiere mantener la felicidad a lo largo del tiempo, las investigaciones anteriores nos dicen que tenemos que hacer una pausa en lo que estamos consumiendo actualmente y experimentar algo nuevo", dijo Ed O'Brien, psicólogo social experimental y coautor de la investigación. "Dar repetidamente, incluso de forma idéntica a otras personas idénticas, puede seguir sintiéndose relativamente fresco y relativamente placentero cuanto más lo hagamos".

Uno de los experimentos que hicieron los investigadores consistió en dar a 96 estudiantes universitarios 5 dólares cada día durante 5 días para que los gastaran exactamente en lo mismo cada vez. Fueron seleccionados al azar para gastar el dinero en ellos mismos o en otra persona y al final de cada día, reflexionaron sobre su experiencia y su felicidad general. Y se observó un patrón claro: "Los que se gastaron el dinero en sí mismos informaron de una disminución constante de la felicidad durante el periodo de 5 días. Pero la felicidad no parecía desvanecerse para los que daban su dinero a otra persona".

Una de las razones parece ser que las personas que se centran en el resultado, como cobrar o recibir un regalo, tienden a verse menos afectadas por la experiencia en sí. Sin embargo, cuando las personas se centran en la acción, no piensan ni comparan los resultados, sino que se centran en la experiencia que les produce felicidad.

Al repasar la lista, uno piensa que estos novios y maridos deberían sentirse tan felices y emocionados como los novios que se vieron gratamente sorprendidos por unos regalos tan atentos y reconfortantes. Pero recuerda que lo más valioso que puedes regalar a tu pareja es, en realidad, bastante sencillo: tu atención y tu amor.