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Después de que todo el frenesí mediático y el alboroto tras la 87ª edición de los Oscar empezara a calmarse, Mark Seliger, un reputado fotógrafo especializado en retratar celebridades para la revista Vanity Fair, consiguió que las estrellas posaran para una serie de bonitos retratos antes de que se marcharan a sus fiestas pijas tras los premios.
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Vanity Fair y Seliger prepararon un escenario especial para la ocasión durante la fiesta tras los Oscar que organizó la revista. Las paredes desgastadas y el mobiliario antiguo le daban al sitio un aspecto intemporal, lo que servía para comparar a nuestras celebridades con aquellas de otros tiempos.
La lista de participantes fue muy diversa pero de primera categoría: desde Oprah y el favorito de Hollywood,Benedict Cumberbatch a antiguos conocidos como Steve Mrtin (y otros nuevos, como Ansel Elgort).
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