ADVERTISEMENT

A todos nos han dicho que nunca es demasiado tarde para cambiar nuestra vida. Y por si buscas inspiración para hacer eso mismo, aquí tienes a Inge Ginsberg, una mujer austriaca de 96 años que hace 3 años se convirtió en cantante de una banda de death metal. Inge ha sido escritora durante toda su vida, así que, ¿por qué death metal? «No sé cantar. No sé llevar la melodía. Así que el metal funciona para mi porque solo tengo que decir las palabras,» explicó. Hubo un momento en el que Inge recuerda haber sentido que nadie quería escucharla, que la sociedad no estaba interesada en las historias de los ancianos, como mencionó en un corto documental del New York Times. Así que sus amigos más jóvenes tuvieron esta idea para compartir lo que tenía que decir: la convencieron para que recitara sus poemas con ayuda de melodías deathmetaleras. Y a Inge le salió genial

Esta superviviente del Holocausto de 96 años es la cantante de la banda de death metal Inge & the TritoneKings

ADVERTISEMENT

Image credits: Manhattan Camerata

Al mundo le encantó esta abuela judía que gritaba poesía en inglés y alemán acompañada de metal. Como escritora, Inge crea las letras ella misma, y siempre tiene ideas nuevas y frescas para el material nuevo. Los temas suelen ser la humanidad, el medio ambiente, el amor, el odio y ser fiel a uno mismo… «El metal no es realmente unos poemas, son mensajes,» dijo Inge.

Y si crees que ser cantante de death metal es lo más emocionante que ha hecho Inge en su vida, no estés tan seguro

ADVERTISEMENT

Image credits: Wikipedia Commons

Inge Ginsberg nació en Viena (Austria) en 1922, en el seno de una rica familia judía. «Crecimos con comodidades. Teníamos empleados. Vivíamos en la ciudad y teníamos una villa para los fines de semana. Fui a un instituto normal,» recuerda Inge.

«Es importante permanecer activa y rodearte de jóvenes, y no dejar de hacer cosas que nunca hayas hecho antes»

ADVERTISEMENT

Image credits: Manhattan Camerata

Luego llegaron los Nazis. «Nadie podía creer lo que ocurría,» recuerda Ginsberg. Su padre consiguió escapar a Inglaterra. En 1942, la madre de Inge pidió ayuda a un amigo de la familia, que a cambio de todas sus joyas, llevó oculta a la familia hasta Suiza, donde acabaron en un campo de refugiados. Tiempo después, Inge cuidaba de una villa llena de espías del Servicio Secreto de EEUU, que fue preparada para espiar a los Nazis y coordinar las operaciones de los grupos que luchaban contra los alemanes.

«La libertad está ahí de verdad. Pero tienes que ser fuerte. Para ser libre, no puedes culpar a nadie por tus decisiones, y eso requiere fortaleza»

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Image credits: Manhattan Camerata

Varios años después de la guerra, Inge y su primer marido, el compositor de musicales Otto Kollman, se mudaron a EEUU y se establecieron en Los Angeles. La pareja trabajaba en Hollywood: Inge había estudiado piano, así que trabajaba con su marido componiendo canciones para estrellas como Nat King Cole y Dean Martin. Sin embargo, a finales de los 50, Inge afirma que se hartó de la vida de Hollywood, diciendo que era «todo falso». Dejó Los Angeles y a su marido, con quien tuvo una hija.

ADVERTISEMENT

«Soy una persona muy moral, pero tengo mis propias leyes morales. Nunca he hecho daño a nadie. Creo que no he sido injusta con nadie»

Image credits: Manhattan Camerata

Inge dice que lo que más valora en la vida es la libertad. Y según se acercan sus 97 años, dice que no se arrepiente de nada, y que no le importa lo que otros piensen de sus metas. «Sinceramente, querido, me importa un comino. No me interesa,» dice Inge.

Aquí puedes ver y escuchar a la «abuela deathmetalera» tú mismo

Image credits: Manhattan Camerata