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Llegan las épocas cálidas del año y las excusas para tirar algo a la parrilla y compartir con amigos algo fresco en el patio de casa se hacen cada vez más frecuentes. Es como si el buen clima disparara en todos esas ganas de aprovechar el aire libre y no importa que sea lunes o martes, ¡esperar al fin de semana no es un posibilidad!
Sin embargo, la realidad es que no todos cuentan con el mismo espacio físico para disfrutar de un asado “a lo grande”. Pero, como buenos argentinos, nadie se priva de este manjar de los dioses y cada uno se las ingenia como puede. Sergio Villella Bienes Inmuebles, inmobiliaria en Córdoba, compartió una nota sobre asadores para tu casa o departamento.
Para hablar con propiedad, hay que saber que “la boca” del asador es la abertura comprendida por la base, las paredes y el dintel. Sus medidas son las que determinan el cálculo del resto de los elementos. Los expertos sugieren que la losa debe estar a 90 centímetros del suelo y el dintel, bajo y angosto, a una distancia de a 1,70 metros como máximo.

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En cuanto a la profundidad, es recomendable que la misma esté entre los 45 y 62 centímetros, mientras que el ancho dependerá de la cantidad que se desee cocinar. Una vez definido el ancho, queda más o menos determinado el alto. Para darse una idea, las parrillas de 90 centímetros resultan adecuadas para una comida de 8 personas y la altura de la boca tiene que ser de 50 centímetros. Luego la regla a tener en cuenta es que cada dos nuevos comensales, se aumentan 20 centímetros en el ancho y 7 centímetros en el alto de la boca.
En materia de diseño, puede decirse que existen múltiples alternativas para satisfacer las pretensiones estéticas de todos. Hay quienes consideran que es mejor que no queden a la vista, mientras que otros no tienen problema que sean parte del decorado. Así, puede decirse que pueden ser empotradas en la pared o simplemente apoyadas.
En cuanto a materiales, pueden ser de ladrillo visto, de acero inoxidable o, también, revestidas de hormigón. Incluso, para quienes apelan por un estilo rústico, alrededor de la parrilla se colocan detalles de piedra y ladrillo. Y para quienes quieren ocultarlas, se pueden colocar puertas que ocultan toda evidencia de que los dueños de casa son amantes del asado.
Quienes cuentan con un poco más de espacio, no dudan en incorporar una mesada al lado de la parrilla, lo que permite salar la carne o hacer lo que haya que hacer, con comodidad.
Por otro lado, también está la opción de incorporar más “chiches” como quien dice. Para los fanáticos del orden y la prolijidad, debajo de la parrilla se puede prever un espacio con puertas para guardar la leña y todos los instrumentos relacionados, como las pinzas, papel de diario, etc. Para los “nocturnos”, la incorporación de luces en el interior de la parrilla es garantía segura de que a altas horas de la noche se puede comer un asado sin riesgo de sacar la carne cruda.
Por supuesto, también están quienes no tienen lugar para una “auténtica” parrilla o que prefieren no verse envueltos en una humareda pero tampoco rehúsan a quedarse sin su festín. Por eso, optan por las modernas parrillas eléctricas.
Para todos los que quieran disfrutar de un asado, ya sea en su casa o departamento, hay múltiples opciones que pueden elegir para incorporar y poder cocinar esta comida popular. ¿Cuál crees que es la mejor para vos?

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Más información: www.sergiovillella.com