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Las cabras son geniales. Generalmente son tranquilas, pero les gusta divertirse, si tienen su espacio para brincar y cantidad de hierba que pacer. Aunque a veces, su naturaleza juguetona y competitiva se nota, y esos cuernos que tienen pueden causar daños a otras cabras y también a humanos.

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Aunque lo mejor que se puede hacer es entrenar a tu cabra mientras es joven para evitar comportamientos agresivos al crecer, esta solución con churros de piscina es adorable, divertida y también temporal. No sabemos seguro cuanto tiempo aguantan en los cuernos antes de que se rompan o los mastiquen, pero si sirven para evitar daños mayores, ¿por qué no?

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El comportamiento agresivo puede ser cualquier cosa: desde cabezonería y desobediencia, faltas de respeto a los dueños, o morder, cocear y empujar cosas con sus cuernos. Pero no siempre lo hacen a propósito, y estos churros de piscina pueden proteger a los niños que jueguen con ellas, o quizá cuando están siendo ordeñadas.

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Y no solo churros de piscina: la gente ha improvisado con todo tipo de cosas para protegerse de las embestidas: desde cubos y cinta adhesiva a pelotas de tenis en las puntas.

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Cualquiera que sea el método que elijas, recuerda que educarlas siempre es la mejor opción, aunque sean famosas por sus cabezonerías y travesuras. Puede llevar tiempo y paciencia, pero te divertirá mucho verlas paseando con sus churros de colores en los cuernos.

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Según la gente de Dummies, puedes enseñarle casi cualquier cosa a una cabra con un «clicker», igual que harías con un perro. «Necesitas un clicker, un aparato mecánico que hace click, y golosinas para cabras, que pueden ser copos de cereales o cacahuetes. Combinando el click con las golosinas, la cabra se siente reforzada en hacer las cosas bien, cuando ella conecta ambas cosas: haces click y le das una golosina, entre 20 o 30 veces. Ella empieza a asociar click con comida y al final responde solamente al click y no hay que darle una golosina constantemente.»

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«Después de enseñarle esto puedes empezar a entrenarla. Le das una orden («Ven aquí» por ejemplo) y haces click cuando la cabra haga lo que querías que hiciera, y le das una golosina cuando acabe su tarea.»

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«Por supuesto, la cabra no seguirá tus órdenes sin practicar. Si no te obedece o hace otra cosa, puedes decirle «mal» u otra palabra, y probar de nuevo. Haz siempre click cuando haga lo que se espera de ella y dale una golosina. Si le das la golosina primero, te arriesgas a que la cabra esté comiendo y no preste atención al click.»

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¿Qué opinas? ¿Tienes una cabra, o pensarías tener una? ¿Te imaginas enseñarle obediencia a una cabra? Dinos lo que opinas en los comentarios.

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Aquí puedes ver en acción a una cabra con los churros puestos: