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Un día estás perdidamente enamorada, mirándolo a los ojos y soñando con su futuro juntos. De repente, ¡bum! Hace o dice algo tan desagradable que no puedes soportar ni un segundo más con él. Eso, amiga mía, es auténtica grima. Tiene la extraña capacidad de arruinar una relación entera. A veces es una pequeña acción aleatoria que, extrañamente, provoca una respuesta masiva; como la forma en que se ata los cordones. Otras veces, es algo tan descaradamente asqueroso que la mayoría de la gente cuerda podría pensar que estás loca si te quedas a ver más.
Hace poco, alguien les pidió a varias mujeres que compartieran el momento más repugnante que un hombre les había provocado. No le interesaban los actos desagradables aburridos. Quería saber las cosas realmente locas y poco comunes que los hombres hayan hecho y que han llevado la atracción de su pareja a las profundidades del infierno.
Algunas de las respuestas fueron tan sorprendentes que se entendería si quisieras borrar tus aplicaciones de citas de inmediato y hacer voto de celibato para siempre. Hemos elaborado una lista con las peores respuestas. Abróchate el cinturón, sigue leyendo y vota por las que te den más grima.
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Le dije que estoy estudiando paleontología y me miró como si hubiera dicho una locura y luego me preguntó: "¿De verdad crees en los dinosaurios?".
Tuvimos una cita normal y todo estuvo bien... nada especial. Pero al despedirnos, me tomó las manos y me miró fijamente a los ojos... y entonces me dijo: «¡Qué ganas de dejarte embarazada algún día!». Nunca más le volví a hablar y lo bloqueé por completo.
Le gritó a su mamá por hacerle un sándwich de tocino que no estaba lo suficientemente crujiente.
Él me preguntó si mi mamá podría trabajar como empleada doméstica para su familia porque su empleada doméstica habitual estaba de vacaciones.
Lo pillé orinando en el lavabo de mi baño. El inodoro estaba justo a su lado, impecable, con olor a brisa del mar. Él eligió el lavabo. Le pedí que parara, pero no lo hizo.
Le pedí que me sujetara mi bolsito y lo sostuvo a un brazo de distancia para que nadie pensara que era suyo. Incluso le dijo a la gente que no era suyo. Nunca salí tan rápido de una cita.
Tenía mocos en el piercing del tabique nasal TODO EL TIEMPO. Cuando le decía que se los limpiara, respondía "no me molestan" y luego se inclinaba para besarme. Con todos los mocos ahí a la vista.
Dijo que dejó de hablar con un amigo suyo porque ese amigo se había teñido el pelo de azul y no le gustaba porque significaba que era gay. Debería haberme ido antes de que empeorara.
Leyendo varias historias similares solo puedo concluir que hay un resurgimiento de cavernícolas a nivel mundial
Sacó un vaso de la alacena para beber agua y luego volvió a colocarlo en el armario sin lavarlo.
Hablaba consigo mismo en tercera persona.
No se cortaba las uñas de los pies, simplemente esperaba hasta que se cayeran solas.
Su boca olía a lo que había almorzado cada vez que salíamos (de noche, claro), solo se lavaba los dientes antes de ducharse (probablemente 2 veces por semana), se lavaba el cabello una vez al mes (olía a guisantes blandos), dejaba m*erda en mi inodoro y cuando le pregunté por qué no lo limpiaba, dijo que su madre lo limpia en casa. LA LISTA ES ENORME
se duchaba y se lavaba los dientes 2 veces a la semana y el pelo 1 al mes? Madredelamorhermoso...
Mi primer novio se enojó conmigo porque me reí cuando dijo que su madre todavía le cortaba las uñas de los pies a los 17 años.
Escupía a propósito, estábamos en la calle, caminando por la acera, y él escupía al suelo sin motivo alguno. Le parecía gracioso.
Se tiró un pedo justo a mi lado en el transporte público y procedió a llamarlo "marcar su territorio".
Me dijo, con orgullo, que nunca había leído un libro que no fuera escolar. Perdí en un instante toda la atracción que había sentido durante meses.
No le habla a su gato.
Hay algunos que hasta te agradecen si les dejas comida y agua y te vas unos días
Le ofrecí una ensalada para cenar. Dijo que no comía verduras, solo carne. Empezó a lloriquear como un bebé. Una de las razones por las que rompí con él una semana después.
Salimos a pasear y se le rompió el cordón del zapato y quería llamar a sus padres para que nos recogieran porque no podía caminar sin cordones.
Hizo un berrinche (gritando y pateando el suelo) porque había robado el televisor de la sala para ponerlo en su escritorio y su madre le pidió que lo volviera a poner en su sitio.
Cada vez que se reía muy fuerte, le salían mocos por la nariz y saliva por la boca, y siempre se los limpiaba con la manga. Y además nunca leía ningún libro (ni siquiera los escolares).
No sabía cómo usar el cortaúñas y cuando le mostré cómo, recogió los recortes de uñas en su mano, me miró y me preguntó qué hacer a continuación con ellos.
Aaaaah es por esto que hay gente que los guarda y colecciona? Dile que se muelen para sazonar la comida
Puedes continuar leyendo esta otra lista llena de momentos en los que las mujeres supieron que no se iban a casar con esa persona.
