Cuando lo piensas, la vida de casado parece algo bastante extraño: eliges a una persona igual de rara que tú, te enamoras y deciden seguir siendo raro juntos el resto de tu vida. La rareza empieza a desvanecerse con el tiempo, ambos se vuelven más serios (hasta un punto en el que empiezan a volverse más y más raros de nuevo), y puede que incluso produzcan un engendro que compartirá la mitad de ti y la mitad de tu pareja. Y aunque pueda parecer una buena idea y un camino de lo más agradable, a decir verdad, la vida matrimonial está llena de divertidos malentendidos, tontas faltas de comunicación y señales miserablemente perdidas. Todo ello es totalmente natural y, al mismo tiempo, un gran material para los chistes de la vida conyugal. A eso dedicamos todo este artÃculo, porque si no te rÃes de tus penas... Pues no te rÃes de tus penas.
Como ya hemos dicho, estos chistes tratarán principalmente de los tres jinetes de la vida matrimonial: los malentendidos, la falta de comunicación y las señales perdidas. Y aunque puedan parecer problemas bastante graves, en realidad son los que suelen hacer que el matrimonio sea divertido y animado. Puedes confiar en mÃ, ya que he tenido mi propio bicho raro durante varios años, asà que hablo desde la experiencia. Y si crees que algunas de estas bromas sobre relaciones son demasiado serias, es que aún no has llegado a ese punto en tu matrimonio.
Asà que, casado o no, encontremos el camino hacia los chistes hilarantes, que están un poco más abajo. Puedes llegar a ellos desplazándote o deslizándote un poco, y entonces podrás ser testigo de estas bromas sobre la vida matrimonial (también apropiadas para los que tienen relaciones largas) con tus propios ojos. No te olvides de votar por los que te hayan tocado el corazón y de compartir este artÃculo con tu pareja, tu madre, o tal vez de leerlos en voz alta a tus compañeros de trabajo.
This post may include affiliate links.
"Mi marido es maravilloso con nuestra hija pequeña, pero a menudo recurre a mà para pedirme consejo. Hace poco estaba en la ducha cuando asomó la cabeza para preguntar: "¿Qué le doy de comer a Lily?".
"Eso depende de ti", le contesté. "Hay todo tipo de comida. ¿Por qué no haces como si no estuviera en casa?".
Unos minutos después, sonó mi teléfono móvil. Lo contesté para escuchar a mi marido diciendo: "SÃ, hola, cariño. ¿Qué le doy de comer a Lily?".
Mi ex y yo tuvimos un divorcio muy amistoso. Lo sé porque cuando escribà el estado de Facebook "Me voy a divorciar", él fue el primero en hacer clic en "Me gusta".
Conversación entre un farmacéutico y una clienta: Mujer: "Necesito comprar arsénico". Farmacéutico:" ¿Por qué necesita arsénico?" Mujer: "Necesito arsénico porque quiero matar a mi marido". Farmacéutico: "¿QUÉ?" Mujer: "¡Ya me ha oÃdo! Quiero matar a mi marido". Farmacéutico: "¿Por qué demonios quiere hacer eso?" Mujer: "¡¡¡Porque tiene una aventura con tu mujer!!!" Farmacéutico: "Bueno, ¿por qué no me dijiste que tenÃas una receta?"
Mi mujer y yo estábamos comparando notas el otro dÃa. "Tengo un mayor coeficiente intelectual, hice mejor la selectividad y gano más dinero que tú", señaló ella.
"SÃ, pero cuando te alejas y miras el panorama general, sigo estando por delante", dije.
ParecÃa desconcertada. "¿Cómo lo sabes?"
"Me casé con alguien mejor", respondÃ.
Cuando mi mujer tuvo que ir al hospital de forma inesperada, me pidió que le trajera algunas cosas de casa. Uno de los artÃculos de la lista era "ropa interior cómoda". Preocupado por si me equivocaba en la elección, le pregunté: "¿Cómo voy a saber cuáles elegir?".
"Sujétalos e imagÃnatelos en mÃ", me dijo. "Si sonrÃes, devuélvelos".
"Acabo de leer que 4,153,237 personas se casaron el año pasado. No es por causar problemas, pero ¿no deberÃa ser un número par?"
"Poco antes de nuestro 25º aniversario de boda, mi marido me envió 25 rosas amarillas de tallo largo a mi oficina. Unos dÃas después, arranqué todos los pétalos y los sequé. La noche de nuestro aniversario, esparcà los pétalos sobre la cama y me acosté encima de ellos, llevando sólo una bata.
Como esperaba, mi marido reaccionó.
Cuando me vio, gritó: "¿Son papas fritas?".
"Cuando me casé con Donna, podÃa rodear su cintura con ambas manos", dijo el abuelo de mi marido. Señalando a su mujer, de gran figura, presumió: "Ahora mira cuánto he obtenido. Eso es lo que yo llamo una inversión".
"Mi abuela me contó cómo acabó casándose con el abuelo. TenÃa 20 años y el hombre con el que salÃa se fue a la guerra. "Estábamos enamorados", recordaba, "y nos escribÃamos todas las semanas. Fue durante esa época cuando descubrà lo maravilloso que era tu abuelo".
"¿Te casaste con el abuelo cuando volvió de la guerra?" pregunté.
"Oh, no me casé con el hombre que escribÃa las cartas. Tu abuelo era el cartero".
Un hombre va al médico, preocupado por la audición de su mujer. El médico le dice: "Ponte detrás de ella y di algo y dime lo cerca que estás cuando te oye". El hombre vuelve a casa y ve a su mujer en la cocina, cortando zanahorias en la barra. A unos cinco metros de distancia le dice: "Cariño, ¿qué hay para cenar?". Nada. Se acerca a ella y repite la misma pregunta. Nada. Muy preocupado, se pone justo detrás de ella y vuelve a preguntar "¿Qué hay para cenar?". Ella se da la vuelta y dice: "¡Por TERCERA vez, estofado de carne!".
"La rueda de mi carrito de compras hacÃa un horrible ruido de roce mientras lo hacÃa rodar por el supermercado. Sin embargo, cuando terminé mi compra y vi a una mujer sin carro, se lo ofrecÃ, explicándole: "Hace un ruido horrible, pero funciona".
"Está bien", dijo ella, aceptándolo. "Tengo un marido asà en casa".
Mi teléfono móvil se apagó mientras intentaba avisar a mi mujer de que estaba atrapado en un embotellamiento en la autopista y que llegarÃa tarde a nuestra cena de aniversario. Escribà un mensaje en mi laptop pidiendo a otros automovilistas que la llamaran, lo imprimà en una impresora de tinta portátil y lo pegué en mi parabrisas trasero.
Cuando por fin llegué a casa, mi mujer me dio el beso más largo de la historia. "Realmente creo que me quieres", me dijo. "Al menos 70 personas han llamado y me lo han dicho".
Mi prometido y yo tenemos más de 40 años. Me pareció divertido y conmovedor que adoptara la posición clásica para proponerme matrimonio: de rodillas.
"¿Hablas en serio?", le pregunté riendo.
"Por supuesto que hablo en serio", dijo. "Estoy sobre mi rodilla mala".
Si yo muriera primero, ¿te volverÃas a casar?", pregunta la esposa.
"Bueno", dice el marido, "tengo buena salud, asà que ¿por qué no?".
"¿VivirÃa en mi casa?"
"Está todo pagado, asà que sÃ".
"¿ConducirÃa mi coche?"
"Es nuevo, asà que sÃ".
"¿UsarÃa mis palos de golf?"
"No. Es zurda".
"Mi mujer y yo tenÃamos una discusión muy hipotética: En el improbable caso de que Hollywood hiciera una pelÃcula basada en nuestras vidas, nos preguntábamos qué estrellas nos interpretarÃan.
"¿A quién elegirÃas para representarte?", me preguntó ella.
Me lo pensé un momento y respondÃ: "Dennis Quaid".
"En ese caso", dijo ella, "me interpretaré a mà misma".
El servicio de entierro de la anciana llegó al clÃmax con un enorme trueno, seguido de un rayo, acompañado de aún más truenos. "Bueno", dijo el marido al agitado pastor cuando terminó, "ella está ahÃ".
¿Cuál es la diferencia entre el amor y el matrimonio?
El amor es ciego y el matrimonio te abre los ojos.
Mi marido, Mike, y yo pasamos varios meses estresantes de dificultades financieras. Asà que una noche me emocioné al verle contemplar el anillo de bodas de diamante que simbolizaba nuestro matrimonio.
"Con este anillo..." Empecé de forma romántica.
"PodrÃamos pagar la tarjeta de crédito", respondió él.
"Mi marido y yo acudimos a una exposición de bodas para intentar conseguir trabajo para su nuevo negocio de fotografÃa de bodas. Un vendedor asumió que estábamos comprometidos y nos preguntó cuándo era el gran dÃa.
"Oh, llevamos diez años casados", le dije.
"¿En serio?", preguntó. "Pero se les ve tan felices".