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Hay pocos escenarios más hermosos (y fragantes) que los campos de lavanda florecidos. Incluso cuando los están cosechando, las filas organizadas de flores y el metódico trabajo de los cosechadores crean un bonito contraste.

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No hay una estación concreta para cosechar la lavanda, porque según cuando se haga, la planta servirá mejor a distintos propósitos. Depende de si se quiere vender fresca, en ramos secos o en saquitos de fragancia, para cada una de estas cosas se cosecha en un momento distinto. La variedad de lavanda y el clima también afecta. Las 3 variedades de lavanda más cultivadas son la lavanda inglesa (lavandula angustifolia), la lavanda holandesa (lavandula x intermedia, un híbrido) y el cantueso (lavandula stoechas).

Los ramos de lavanda fresca y seca pueden dar mucho dinero a los cultivadores, pero los productos de lavanda como el jabón, los saquitos de fragancia o los aceites esenciales pueden incrementar su valor más del 100%.

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(via: 22words)

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