Este hombre trabaja en una compañía informática de Augusta, Georgia, y un día su compañero de trabajo le pidió que cuidara su planta durante los 4 días que estaría ausente de su puesto. Lo que hizo a continuación fue decidir sacar a la planta a ver mundo, ya que es algo que una planta ordinaria de oficina nunca conseguiría experimentar de otro modo.
El hombre y la planta, un güembé, se fueron de fiesta y a divertirse por algunos de los espacios públicos más populares de la ciudad, e incluso a aprender a conducir (lo cual fue bastante bien, viendo las fotos. Hemos oído que las plantas de la familia filodendron aprenden muy rápido).
(via: CreaminFreeman)
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