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Este hombre junto a sus amigos estuvo recogiendo unas 2530 chapas de botella durante 5 años para llevar a cabo este proyecto de decoración en su cocina. Todas las chapas pertenecen a bebidas domésticas, artesanales y de importación.
«El concepto inicial era crear una imagen con las chapas,» dijo. «Luego optamos por un efecto de gradiente, mucho más sencillo. La secuencia elegida se llama ROYGBIV (tonos secuenciados como si fuera un arco iris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta).
Le llevó 4 horas y volver a empezarlo varias veces para conseguir el aspecto deseado. «Al principio era muy estricto con el alineamiento, el color y demás. Al final, introdujimos la entropía y chapas de New Holland’s Dragon’s Milk, que fue el ingrediente secreto.» Todo ha sido cubierto con 5 capaz de resina epóxica y voilá. Algo que llamará la atención de cualquiera en la cocina.
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