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Es más que probable que esta sea la primera vez que escuchas sobre las “patatas sexis”, pero déjanos decirte que esto es algo que ni bien te enteres, se volverá difícil de olvidar. Así que abróchate el cinturón, pues estamos a punto de volar a través de las turbulentas dinámicas de oficina, donde las situaciones no solo son complejas, sino que tienden a ser malinterpretadas muy fácilmente.

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Todo comenzó con una mujer que toda su vida “comió patatas cocinadas en el microondas como si fueran un perrito caliente”. En su opinión, esa es la manera más cómoda y placentera de hacerlo y, ¿quiénes somos nosotros para juzgarla si no lo hemos intentado?

Pero su nueva compañera de trabajo no se mostró muy entusiasmada al ver esta escena. No solo se encargó de apartar a la muchacha a un lado para pedirle que comiera patatas de forma normal, sino que después la reportó al departamento de Recursos Humanos por “comer patatas de manera muy sugestiva” y por “acoso sexual”.

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Este insólito drama oficinesco llegó a ponerse muy candente, así que si quieres saber cómo sigue puedes continuar con esta historia que dejará boquiabierto a más de uno. ¡No olvides dejarnos tu opinión acerca de todo este incidente en la sección de comentarios!

Una mujer que estaba comiendo patatas “como si fueran perritos calientes” en el almuerzo fue reportada a la oficina de Recursos Humanos por una compañera de trabajo muy enfadada

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Image credits: Lars Blankers (no es la foto real)

Aquí está la historia completa sobre las “patatas sexis” que provocaron un insólito drama de oficina y revolucionaron internet

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Al actualizar la publicación, la autora habló sobre como fue reportada por acoso sexual y lo confundidos que se encontraban los asesores de Recursos Humanos sobre el tema

Esta famosa “comedora de patatas”, autora de la publicación r/AITA que se volvió viral y acumuló más de 18,2 mil votos, más tarde escribió otra actualización sobre este drama de oficina. Según lo que contó, no fue la única en enfurecer a su compañera ‘Karen’ con su elección para el almuerzo.

“Karen casi se vuelve loca el otro día cuando Surya trajo al trabajo un delicioso tikka masala para compartir”, escribió la autora y agregó que: “Ella dijo que era muy grosero que él siguiera trayendo comidas con curry a la oficina y que nadie se lo decía porque trataban de ser educados”.

Pero el drama no terminó allí. En otra ocasión, Karen trató de confrontar a la autora sobre su reporte por “insensibilidad cultural y acoso sexual (el hecho de que la observara comer y lo sexualizara la hacía sentir realmente incómoda)”. Karen dijo que la denuncia por acoso “era discriminante hacia ella por ser cristiana y que estaba tratando de hacerla sentir incómoda de forma deliberada al restregarle mi sexualidad en la cara, pero ella sabía que no podía decir eso porque la considerarían una homofóbica”.

Resulta que la autora era lesbiana y ella “realmente no tenía la más remota idea de que Karen se sentía incómoda con las personas gay (y, para ser honesta, tampoco es mi problema), pero ella dijo que, el que yo haya puesto una pegatina del orgullo gay en mi portátil un par de días después de que ella comenzara a trabajar, fue el comienzo de todo”.

La autora, cansada de la situación, le dijo a Karen que “si su existencia la estaba molestando, no era su problema, y que ella quizá debería trabajar desde casa. También mencioné sutilmente que puede que esta haya sido la razón por la que la hayan despedido de su anterior trabajo”. La autora escribió que todo llegó a un punto donde este insólito drama oficinesco “se convirtió en toda una guerra racial y religiosa”. Al final, el jefe terminó disculpándose con la autora de la publicación y, desde entonces, Karen ha estado trabajando a distancia.

“Si ella llega a tener alguna otra queja sobre mi forma inofensiva de comer, mi orientación sexual o mi etnia, definitivamente haré otro reporte en Recursos Humanos; pero por ahora creo que estoy contenta de poder comer patatas sexis y huevos en paz”, concluyó la autora.

Y esto fue lo que algunas personas tuvieron para decir sobre este drama de oficina