20 Personas cuentan las experiencias más extrañas que vivieron junto a desconocidos, y algunas son horrorosas
La mayoría de los recuerdos que conservamos se tratan de momentos importantes en nuestras vidas, como cuando obtuvimos un empleo que dio el puntapié inicial de nuestra carrera o el día en que conocimos a nuestra alma gemela. Sin embargo, los recuerdos son extraños y algunas personas han tenido la desafortunada experiencia de haber conocido a alguien tan horrible que todavía recuerdan la historia que vivieron con él.
Un usuario de las redes, por mera curiosidad, quiso conocer las peores experiencias que los demás internautas habían tenido con totales desconocidos. Y la gente respondió con historias que iban desde lo bizarro hasta lo totalmente aterrador. Así que les advertimos que, a continuación, podrán encontrar algunas historias poco agradables. Si se quedan, asegúrense de votar por sus favoritas (por la razón que sea) y compartan sus propias experiencias en los comentarios.
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Durante la década de 1970, me encontraba en un coche que conducía la madre de mi mejor amiga por la carretera. En el coche, junto a mí, estaban mi amiga, su hermano y otros niños. Todos los chicos tenían entre 7 y 9 años. Era un día caluroso y la madre de mi amiga había bajado la ventanilla del coche (que no tenía aire acondicionado). Un coche lleno de adolescentes se le acercó y alguien le arrojó un vaso lleno de agua con hielo por la ventana. A mí también me mojó, ya que me encontraba sentada en el asiento del acompañante, a su lado. Ella logró no perder el control del coche. En retrospectiva, intentar que una mujer choque un auto lleno de niños fue algo increíblemente espantoso.
Los internautas de Reddit parecen siempre predispuestos a compartir estas historias con los demás usuarios del sitio, y la comunidad en inglés “AskReddit” no es el único subreddit en donde esto suele ocurrir. En los grupos de habla hispana, los internautas españoles y latinoamericanos también se preguntaron qué situaciones extrañas habían vivido los demás con desconocidos. Por ejemplo, en la comunidad “Pregúntale a Reddit”, un usuario publicó: “¿Qué es lo más raro que un desconocido os ha dicho o preguntado?”, recibiendo también muchas respuestas sorprendentes (e, incluso, graciosas) de los otros miembros del subreddit.
Uno de ellos contó: “Una vez, vi a una mujer (de unos 16 años) muy asustada junto a un hombre (de unos 24 años) que le exigía que le diera el teléfono móvil. Yo pensé que la estaban asaltando, así que me acerqué a salvarla”. Este usuario mencionó haber fingido que conocía a la joven, para darle la oportunidad de que ella pudiera irse sana y salva junto a él. Sin embargo, en esta historia, parece que el desconocido que se comportó de forma extraña ¡fue este internauta! “[El chico] era su novio. El móvil era de ese hombre y ella se lo había quitado en un arranque de celos”, concluyó.
Un tipo me estornudó sobre la cara cuando estaba en el metro. Luego de insultarlo verbalmente, se encogió de hombros y actuó como si no fuese un gran problema. Como no pude hacer nada más que insultarlo, me fui para buscar otro asiento. 2 días después, tuve casi 41 grados de fiebre… Nunca había estado igual de enfermo en toda mi vida. Lo digo literal y figurativamente. Debido a esta m****a, todavía uso barbijos cuando viajo en el metro.
Yo, de niño: *Jugando con juguetes en un Walmart*.
Un desconocido: “Me gustaría que jugaras con mi pequeño juguete para chicos”.
Mi papá, mirándome desde el otro lado del lugar, no le dijo nada a ese hombre: solo lo tomó y lo arrojó a la otra punta del pasillo. Luego le gritó: “Si quieres jugar con él, ¡tendrás que jugar conmigo primero!”.
También, en otro hilo, otro usuario quiso saber sobre las situaciones más extrañas que la gente había vivido, esta vez, en las redes: “¿Qué fue lo más raro que les dijo un desconocido de internet?”, publicó. Las respuestas aquí tampoco tardaron en llegar, y variaron entre historias muy graciosas hasta genuinamente escalofriantes. “Una vez me escribió alguien que quería que ahogara a un gato para él...”, comentó un usuario. “Me quedaría medio paralizado por unos segundos después de leer esa m****a” le respondió otro miembro de la comunidad, y ¡nosotros no podríamos estar más de acuerdo con ello!
“Compartí un meme donde se burlaban de los terraplanistas”, pudo leerse en otra historia del hilo. “Una ‘chica’ (tenía foto de una mujer), que no tenía agregada a mi lista de amigos y que no tengo idea de quién es, me escribió [diciendo] que soy una oveja controlada por las altas esferas y que no quiero ver la realidad, aunque tenga las pruebas enfrente de mí”.
Obviamente, nadie esperaría recibir este tipo de mensajes ni vivir las extrañas situaciones que podemos leer en estos hilos, por lo que no podemos culpar a estos internautas por continuar recordando vívidamente estas experiencias, aun si ocurrieron hace mucho tiempo. Cuéntennos, Pandas: ¿ustedes también han vivido situaciones similares? ¿Con qué desconocidos se han encontrado en la calle o en internet y desearían no haber visto nunca? Pueden pasar por la sección de comentarios para dejarnos todas sus historias.
Mi abuela había ido a ver una película. Un tipo caminó por el pasillo y la golpeó al costado de la cabeza. Él les dijo a los policías que estaba enojado porque había tenido una mala cita a ciegas. O sea… ¿Es esa una buena excusa para golpear a una mujer de 75 años que no lo había molestado?
Trabajo en ventas minoristas y, una vez, un cliente sacudió mi barriga y me dijo: “Veo que la dieta no está funcionando aquí”. Sé que no parece muy grave, pero no puedo dejar de recordarlo. Fue muy, no lo sé, ¿invasivo?
Me encontraba junto a dos amigas saliendo de un Walmart a las 10 p.m. En esa época, teníamos unos 17 o 18 años. Un tipo se acercó y me besó. Es decir, caminó directamente hacia mí, me tomó de la parte de atrás de mi cabeza y me besó durante unos 30 segundos. Yo quedé congelada, mis amigas también. Luego, él se fue corriendo, riéndose. Nosotras nos quedamos de pie allí, sin poder creerlo, durante uno o dos minutos. Me fui a casa y me lavé los dientes repetidas veces. Fue malditamente extraño y muy invasivo.
Me encontraba en una cafetería junto a la chica que era mi pareja en ese momento. Un hombre se acercó a nuestra mesa, puso sus dedos en mi sien como si fueran un arma y susurró: “Desearía poder hacerlo”. Luego, tiró de mi cabello y se fue. Esto ocurrió sin que lo provocara en absoluto. Técnicamente, me han ocurrido cosas más violentas y aterradoras, pero he recordado esto durante mucho tiempo. Creo que es así porque, hasta ese momento, había tenido un hermoso día. Me emocionaba encontrarme en una linda cafetería comiendo tarta junto a mi cita. Y, ahora, no puedo quitarme de la cabeza la imagen de la expresión del rostro de ella cuando miró a ese hombre. Luego de eso, nos fuimos a casa.
Soy gay, y mi esposo y yo nos casamos en la rotonda del juzgado. Cuando dijimos “Sí, quiero” y nos besamos, un grupo de niños menonitas comenzaron a arrojarnos bolas de papel escupidas y más cosas. También golpearon al juez. Es una forma muy fea de recordar nuestra boda. No hubo testigos, estábamos solo nosotros porque así lo quisimos. Pero, entonces, lo que ocurrió fue básicamente un crimen de odio. Los padres de los niños se veían divertidos.
Mi esposo buscó al personal de seguridad y ellos tenían todo grabado. Detuvieron a la familia y le preguntaron a mi esposo si quería presentar cargos. En ese momento, yo estaba llevando nuestro certificado de matrimonio, así que no estuve allí para decir que sí. Mi esposo, claro, dijo que no. En realidad, yo no buscaba presentar cargos, pero sí quería asustarlos un poco.
Una persona elogió mi pene. Me encontraba en las duchas de un campamento. Tenía unos 12 años y un tipo desconocido entró, me observó fijamente mientras me bañaba e intentó iniciar una incómoda charla casual. Esto ocurrió a finales de la década de 1970 o principios de 1980. Los niños no eran considerados especiales y, básicamente, nos criaban para que fuéramos corteses con los adultos, así que a ese hombre raro yo solo le respondía: “Sí, señor” o: “No, señor”. La película para televisión de Adam Walsh cambió todo y los padres comenzaron a pensar: “Pues, quizás deberíamos cuidar más a nuestros hijos”. El hombre no me violó, así que supongo que eso es algo bueno.
Un hombre aparcó su camión de 18 ruedas en medio de la carretera y comenzó a caminar hacia un restaurante Dunkin Donuts. Le dije que moviera su coche, pero se acercó hasta el mío y comenzó a golpear la ventanilla del lado del conductor, llamándome “un maldito idiota liberal”. Luego, se detuvo y se frotó la mano por el dolor. Lo señalé, me reí de él y le dije: “Ahora ¡intenta con la otra mano!”. Él respondió algo que no oí, dado que yo continué riéndome y me fui. La policía llegó, le dejaron una citación y lo obligaron a mover el camión.
Un idiota arrojó un candado (de los que se abren con una combinación de números) desde su coche y me golpeó en la rodilla. Tuve problemas para caminar correctamente durante un mes. Siempre pensé que, si me hubiese detenido en un semáforo, se lo hubiese arrojado de vuelta (qué bueno que no lo hice, ya que no estaba en condiciones de pelear).
Una vez, estaba en el sur de Filadelfia y un coche, con dos tipos adentro, se me acercó. Me llamaron para pedir direcciones, así que caminé hacia ellos. Mientras les explicaba hacia dónde ir, el tipo que se encontraba en el asiento del pasajero me escupió en la cara y se fueron a toda velocidad.
Cuando alguien se sienta a mi lado en el autobús a pesar de que hay un asiento individual disponible al otro lado.
Se bajó los pantalones para mostrarme la mitad del trasero y preguntarme si podía revisar de qué talle era su ropa interior.
Odié trabajar como cajero.
Tenía unos 11 años y, junto a unos amigos, nos encontrábamos de pie en un pequeño puente sobre un lago. De repente, alguien me levantó y me arrojó por encima del puente hacia el lago. Intenté sostenerme de cualquier cosa mientras caía y me rasguñé mucho los brazos. Han pasado 30 años y todavía tengo las cicatrices. Pues, nadé hasta el otro lado y un chico más grande se acercó para decirme: “Lo siento, creí que eras otra persona”.
Me golpeó sin ninguna razón. Me encontraba de pie esperando el autobús. Un desconocido se bajó de su coche y me golpeó. Se lo informé a la policía, pero no pasó nada.
Una noche, bastante tarde, me encontraba caminando hacia mi casa y noté que uno de mis nuevos vecinos caminaba hacia el otro lado desde la otra punta de la calle. Cuando nos cruzamos, le dije un “hola” amistoso. En respuesta, este hombre adulto me dio la espalda y se echó el gas más repulsivo y ruidoso que he oído. Me sorprendí tanto que no pude hablar, moverme o defenderme. No dijo nada más, solo siguió caminando tranquilamente hasta su casa. Hasta donde sé, él continúa viviendo allí y yo nunca obtuve una explicación de eso, LOL.
Estaba caminando en un centro comercial junto a mi hermana y un tipo muy grande pasó a nuestro lado. Cuando lo hizo, me tomó de “ahí abajo”. Para que lo sepan, soy mujer. Dije, con un tono de voz muy fuerte: “¿Qué rayos?”, y lo miré, pero él continuó caminando y no se dio la vuelta. No supe qué hacer en esa situación.
Durante el primer día de mi último año de secundaria, le mantuve la puerta abierta a alguien. Cuando pasó por allí, me dijo: “Gracias. Por cierto, tu cabello es gay”, y nunca me olvidé de ello.
Cuando era niño, estaba caminando a casa desde la escuela.
Dos niños, que nunca había visto antes, se encontraban detrás de mí y me arrojaron una piedra en la espalda, sin ninguna razón. Lo único que recuerdo es que se rieron sobre ello y se me acercaron, provocándome para que pudieran golpearme y, así, impresionar a la niña que estaba junto a ellos.
La otra situación horrible fue cuando me dispararon porque sí.
No sé cuál es peor, pero esas no son las peores cosas que me ocurrieron, sino las peores que me hicieron personas desconocidas.
El ser humano es tan extraño que la teoría del mono drogado me convence aun más
Yo no les llamaría extraños, les llamaría otra cosa
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