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El pasado 3 de Julio falleció Arturo, llamado «el oso polar más triste del mundo», a la edad de 30 años. Llevaba 22 viviendo en cautividad en el Zoo de Mendoza, Argentina.

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Las condiciones de vida de Arturo le hicieron volverse «loco». A menudo mostraba comportamientos extraños, como movimientos repetitivos causados por el estrés de la cautividad. Cientos de miles de personas firmaron una petición para rescatarle de las horribles condiciones en las que vivía (Argentina no es el mejor sitio para un oso polar después de todo), pero el zoo se negó.

Arturo, se te privó de todo lo que se supone que debe experimentar un oso polar, pero ojalá que ahora descanses en paz. Al fin eres libre.

Más información en: Facebook (via: thedodo)

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«Arturo pasó su vida en condiciones inherentemente estresantes y desagradables para él como animal»

«El cuerpo de un oso polar está diseñado para la nieve, el hielo, sus hábitos cazadores y recorrer grandes distancias»

«Durante 30 años, Arturo fue privado de todo eso,» explicó Barry MacKay, quien intentó trasladar a Arturo a un zoo de Canadá

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«Espero que podamos acabar con la práctica de mantener a estos animales en ambientes que no son buenos para ellos»

Descansa en paz, Arturo. Al fin eres libre

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Aquí puedes ver un vídeo sobre él: