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Si crees que tu familia es rara, espera a ver a la familia Bergeron. O al menos las tarjetas navideñas que llevan 17 años creando. «En internet vs un montón de tarjetas navideñas que han salido mal, cuando en realidad son solamente divertidas sin querer,» dijo Mike Bergeron a ABC News. «Y sabes que cuando las ves, piensas qe querrías tener una de esas colgada en la nevera, para reírme cuando vengan los amigos y la vean. Así que con toda nuestra intención, hacemos estas divertidas tarjetas para enviar a los amigos y la familia, y tras un tiempo, resulta que la gente que ni nos conocía adoraba las tarjetas.»

2003, Cuarenta y luchando

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Esta fue la primera, elegimos esta foto porque nuestras caras no tienen precio, aunque no se ve el mega-aumento de pecho de Laura para la foto. Le tuve que explicar a la fotógrafa que quería la luz encima para que pareciera que me estaba quedando calvo, y se sorprendió, porque no sabía que estábamos disfrazados.

2004, Navidad como basura blanca

Cuando fui a recoger las tarjetas, estaban muy estresados y sin parar de trabajar. Tuvieron un error al imprimirlas y nos ofrecieron volver «cuando tuviéramos el bebé para hacerle fotos». Yo, sonriendo porque no se habían dado cuenta de la broma, expliqué: «En realidad no está embarazada, si lo estuviera no le dejaría beber ni fumar. Y como puede ver, no tengo un mullet. Es para una tarjeta de broma.»
La gerente se quedó pasmada, pero la cajera se asomó, vio la foto y me dijo: «¡Tío, esto es genial!». Les di las gracias y cuando me fui la gerente aún seguía totalmente confusa.

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2005, Tu tía y tu tío que viven en el Medio Oeste

Quería sacarle partido al hecho de estar calvo, así que le pedí a Laura que me rapara los pocos pelos que me quedaban en la cabeza y nos hicimos estas fotos. Les decía a la gente excusas como que me había unido a un culto, que era neonazi, que era para parecerme a Vin Diesel o que era nadador. El caso es que años después una amiga les dijo a sus colegas que yo era nadador. Me pregunto cuanta gente más se creyó lo del culto o lo de ser neonazi.

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2006, Una Navidad muy especial

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Un amigo trabajaba en un estudio de fotos, y cuando algún retrato familiar era particularmente divertido, se imprimía una copia y la pegaba en su casa. Había una en particular que era tan incómoda pero deliciosamente divertida que siempre la recordaré. Y la tarjeta de este año es nuestro intento de recrear aquella.

2007, Navidad gótica americana

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Los puristas nos acusan de hacer trampas porque esta está photoshopeada. En realidad nos disfrazamos para la foto y compramos una horqueta y todo. Pero como el original era una pintura y no parecía una foto real, pensamos que era mejor manipularla un poco para que pareciera una pintura. Y no somos diseñadores gráficos, así que fue difícil y nos llevó mucho tiempo.

2008, Feliz Krishnavidad

Este año la planeamos con menos tiempo y más tarde. Ojalá hubiéramos traido flores.

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2009, Los Cholos

Esta es mi favorita. Tiene un aspecto tan real que es especial. Había cola para hacernos la foto. A Laura le daba vergüenza pasear por el centro comercial con este aspecto pero le dije: «En serio, míranos… nadie se va a meter con nosotros.» Y tenía razón, nadie siquiera se atrevió a mirarnos.

2010, Retrato de 1981 de la familia Olin Mills

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Esta tarjeta representa lo que queríamos conseguir desde el principio. Nos inspiramos en esas fotos tan incómodas de navidad familiar que ahora son tan populares en internet. Queríamos conseguir esa «incomodidad» a otro nivel y captar el espíritu. Además siempre quise intentar peinarme el pelo así sabiendo que me iba a quedar calvo, y aquí quedó captado en toda su gloria para siempre.

2011, Los unicejos

Creo que esta la podríamos haber ejecutado mejor. Es divertida y Gigi le da un toque adorable, pero podría haber llegado más lejos con este concepto.

2012, Navidad goth

Chicas, este es vuestro legado. Aceptadlo.

2013, Manos de jazz

Mira qué bien lo hacen Laura y Gigi… y Juju protestando. Me siento bendecido.

2014, Navidades drag

No sé si alguien dudó en algún momento de que Laura y las niñas no eran caballeros, pero os aseguro que mi presencia hizo incómoda a mucha gente mientras esperábamos para las fotos. Lo más difícil fue encontrar zapatos que me entraran, ¡y hasta me afeité las piernas!

2015, Eurobasura fashionista

Mis zapatos – $850, Los de ella- $950. Pasar las Navidades con los Bergerons, no tiene precio.

2016, El primo Jerry nem

Las niñas empezaron a llamarme «Primo Jerry», y tras un tiempo, nos imaginábamos como era, así que parecía normal dedicarle una tarjeta, con su familia. Y Gigi le da el toque perfecto.

2017, Pelirrojos en el paraíso

Este año tuvimos una idea distinta y contratamos a un fotógrafo en la playa. Es un guiño a esas tarjetas de vacaciones que te dicen «Mira como nos tostamos al sol en este paraíso tropical mientras tú te congelas el culo… ¿no te damos envidia?»

2018 «Texanos del Oeste»

Este año quisimos sacarle más partido a la adorabilidad de las niñas y dejar lo «rarito» a los adultos, y Gigi iba diciendo a todo el mundo que éramos famosos. Tras hacer varias poses, les enseñé las fotos de otros años al personal del estudio y uno de ellos dijo que las había visto en internet. Así que parece que somos famosos de verdad, en cierto modo.

2019, Familia de un corredor de apuestas judío

El concepto de esta tarjeta surge de mis ganas de ponerme una estrella de David sobre el pecho peludo (a lo David Menuck). Se me ocurrió la idea de ser un corredor de apuestas judío y pensamos qué aspecto tendrían su esposa e hijas. Gigi quería que su personaje fuera algo punk. Me tiré un mes buscando el disfraz que quería infructuosamente, pero ahora al menos tengo un chandal calentito de terciopelo para presumir en el gimnasio.

Al principio no todo el mundo entendió el concepto

Pasaron años hasta que todos los íntimos de la familia apoyaron la iniciativa. Con el tiempo comenzaron a elegir sus favoritos y compartir ideas. «Según crecía la familia, el concepto adquiría nuevas posibilidades.  Las seguimos enviando año tras año, averiguando cuales triunfan más, y todo esto se ha convertido en nuestra tradición navideña.»

«A mi esposa le encanta la tradición, pero a veces se preocupa de que nos falten ideas. A las niñas también, sobre todo desde que saben que las tarjetas son famosas en todo el mundo. En cualquier caso, las navidades son divertidas para los niños, y esta tradición es parte del espíritu de estos días para ellas.»

Durante los años, la lista de personas a las que envían las tarjetas es más o menos la misma, pero… «De vez en cuando, algún conocido, como un compañero del trabajo o un amigo de un amigo, nos pide que le incluyamos en la lista, y nos encanta. Se nota que sienten el espíritu de las tarjetas».

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