Hola a todos, mi nombre es Zoltan. Soy un apasionado fotógrafo de viajes y retratista. Hago muchos retratos de perros, me encanta fotografiar perros, pero cuando viajo fotografío el paisaje y la vida cotidiana de las personas. Ni siquiera llevo mis lentes de retrato conmigo, porque ya sabes, tienes que ahorrar tanto espacio como puedas. Por lo general, solo llevo mi cámara y mi lente de 18-35 mm.
Hace unos años, mi entonces prometida Agnes y yo viajamos a Sal, Cabo Verde. Cuando llegamos, nos sorprendió un poco ver la gran cantidad de perros callejeros que había allí. Solo sabía que tenía que fotografiarlos y pensé que había cometido un error al no traer mis lentes de retrato conmigo, pero lo gracioso es que al final, estaba feliz porque solo podía usar mi lente gran angular. Tenía que acercarme a ellos y teníamos que tener una conexión y eso me encantaba.
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Las imágenes son como retratos ambientales que muestran más sobre cómo viven los perros. Todos los perros eran tan amables y tan tranquilos. Algunos de ellos eran muy juguetones, y algunos estaban un poco tristes. Algunos de ellos incluso tenían collares, así que asumí que tenían dueños, pero todavía estaban dando vueltas con los demás en las calles o en la playa.
Creo que los lugareños los ven como parte de la vida cotidiana, incluso los alimentan a veces y también los alimentan los turistas.
Hubo un perro especial que nos robó el corazón. Lo conocimos el primer día de nuestras vacaciones y básicamente se quedó con nosotros todo el tiempo. Nos esperaba todas las mañanas frente a nuestro alojamiento y pasábamos todos los días juntos. Lo queríamos tanto que decidimos rescatarlo y lo llamamos Beau. Lo llevamos al veterinario en Santa María y fueron muy amables y serviciales, le pusimos un microchip y lo vacunamos y lo llevamos con nosotros.
Beau ha estado viviendo con nosotros y nuestro otro perro Alfie durante unos 4 años. Lo amamos. Especialmente mi esposa. Tienen una conexión especial y él es un verdadero niño de mamá. Desde que conocimos a Beau, hemos estado tratando de apoyar a los perros en Cabo Verde. Tuvimos mucha suerte de encontrar un grupo de personas que nos ayudaron a llevar a Beau a Inglaterra. Algunos de ellos viven en la isla y salen regularmente a dar de comer a los perros callejeros y llevarlos al veterinario. Algunos otros miembros del grupo, como nosotros, rescataron perros de allí y tratamos de apoyarlos tanto como sea posible, enviándoles algo de dinero para comida y facturas del veterinario.
Mi viaje como fotógrafo comenzó en 2013. Era mi pasatiempo en ese entonces y solo lo había estado haciendo durante aproximadamente un año.
Empecé a publicar mis fotos en Facebook, donde pronto comenzaron a atraer más y más atención. Al principio, principalmente solo hacía paisajes y retratos, y además estaba haciendo proyectos fotográficos de 365 y 52 semanas, lo que me ayudó a desarrollar mis habilidades fotográficas.
Un día, una chica llamada Agnes me contactó para tomar fotos de su cachorro American Staffordshire de cinco meses llamado Alfie (ahora es nuestro perro Alfie). Fue mi primera sesión de fotografía de perros y fue significativa. Ese día me enamoré no solo de la fotografía de perros, sino también de Agnes, quien ahora es mi esposa.
Creo que la parte más desafiante de fotografiar perros es hacer que miren a la cámara. Mi perro Alfie, por ejemplo, siempre se aleja cuando le pido que mire a la cámara. Sin embargo, tengo algunos trucos que uso para llamar su atención. Siempre tengo golosinas conmigo y silbatos que hacen ruidos divertidos o juguetes chirriantes, y generalmente le pido al dueño que se pare detrás de mí y llame al perro.
