Una sola imagen puede valer más que mil palabras, pero mucho más impresionante es la intensidad de lo que pueden hacernos sentir. Hay algunas imágenes que pueden ponerte tan nervioso que prácticamente las sientes a través de la pantalla... incluso aunque estés a miles de kilómetros de distancia de lo que está sucediendo.
Hemos compilado esta lista de imágenes de todo Internet que seguramente te harán sentir cierta incomodidad. Echa una ojeada a esta lista para ver lo mejor de lo peor. Pero ten en cuenta que esta lista es sólo para los pandas más valientes: es posible que debas tener cuidado si eres extremadamente empático, sensible o no disfrutas de la compañía de los insectos.
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Mi compañera se ha roto un dedo jugando voleibol
Se me ha metido una astilla bajo la uña del pulgar
Una rama le ha empalado el pie mientras iba en bici por la montaña
Si somos capaces de ponernos en el lugar de los demás y sentir lo que otras personas podrían estar sintiendo, demuestra que tenemos una alta capacidad de empatía, ya sea automática o desarrollada. Esto hace que nos preocupemos más por los demás y sus opiniones y puede ser invaluable durante las negociaciones.
Me he convertido en el juguete del gato
A mi novia le han clavado un clavo en el trabajo
Este no es el sitio donde quería clavar el clavo
Es interesante cómo esto puede extenderse incluso más allá del ámbito físico y llegar al ámbito digital: podemos sentir que se nos eriza la piel cuando vemos a alguien interactuando con los insectos. No sólo eso, también podemos sentir el dolor de los demás con sólo ver fotos de sus lesiones.
Tenía un padrastro e intenté arrancármelo
Me quemé con el sol y se me está pelando la piel, ahora tengo un monedero
Me he arrancado las pestañas sin querer una hora antes de mi boda
Las personas que son muy empáticas suelen ser buenas escuchando activamente lo que dicen los demás. Esto significa que están genuinamente interesados en la perspectiva de la otra persona y no simplemente esperando su turno para hablar. No solo eso, sino que también son intuitivamente buenos para comprender cómo se sienten los demás, con solo mirar su lenguaje corporal y escuchar su tono de voz.