“¡Sonría, lo estamos filmando!”.
Cuando entran a un negocio y los reciben con un cartel con este mensaje, es posible que echen un vistazo rápido para ver si pueden encontrar la cámara. Si la encuentran, quizás saluden o guiñen un ojo y sigan comprando. La mayor parte de las imágenes capturadas por estas cámaras suelen incluir a clientes que recorren los pasillos de una tienda mirando los artículos de su lista de compras, poniendo gasolina en sus coches mientras dejan ver su disgusto por los precios altos, o eligiendo la combinación perfecta de comida y bebida antes de continuar con sus viajes por carretera. Estas cintas están abrumadoramente llenas de actividades mundanas.
Sin embargo, en ocasiones, los responsables de revisar las grabaciones se sorprenden por sucesos inesperados e impactantes que desearían que no hubieran ocurrido nunca delante de una cámara. A continuación, hemos reunido algunas de las historias más inquietantes y perturbadoras captadas por las cámaras que se han compartido en este hilo de Reddit. Tal vez esto les haga apreciar aún más su propio trabajo, si no incluye la revisión de las grabaciones de seguridad.
Asegúrense de votar por las historias que les parezcan más perturbadoras, y hágannos saber si algunas vez han tenido que ver cintas para ganarse la vida.
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Hace un tiempo trabajé como capitán de puerto. Me tocó mirar las cámaras después de que un barco quedara abandonado en nuestros muelles. Estaba buscando a su dueño, así que miré la cinta de la primera noche que llegó el barco. El hombre que había llegado con el barco se quedó de pie en el extremo de su bote durante 2 horas, sin moverse. Luego, a la 1:30 a.m. salió de la parte trasera y se dejó caer al agua. No volvió a salir y nunca se encontró su cuerpo. Fue muy raro.
Muchas de estas cosas me provocan pesadillas, así que voy a contar una que no quiero olvidar nunca.
Hace un año estaba trabajando en un hostal y teníamos cámaras de seguridad en todo el edificio. Estaba mirando las imágenes de la cámara de la cocina a las 2 a.m. y un huésped, muy borracho, agarró algo para comer y accidentalmente dejó caer una botella vacía al suelo. Luego, procedió a patearla en el aire: la botella voló a través de toda la habitación y cayó perfectamente en el cesto de reciclaje. En su estado de embriaguez, el huésped levantó las manos y corrió en círculos, claramente sorprendido por lo increíble que había sido. Luego, tras mirar a su alrededor, se dio cuenta de que no había nadie que lo hubiera visto; parecía triste y salió de la cocina a rastras.
Solía trabajar en la seguridad de un Walmart en una zona donde circulaba mucha heroína. Lo más aterrador era ver lo rápido que alguien pasaba de ser completamente normal a estar absolutamente fuera de sí a causa de las drogas en el lapso de un año. Se podría construir una línea de tiempo de su deterioro con las imágenes y videos de las cámaras de seguridad.
Había un hombre en particular que me llamó la atención. La primera vez que lo detuve fue muy educado e inteligente. Solo robaba para conseguir su dosis. Un año más tarde, la cuarta vez que lo detuve, era básicamente una cáscara de ese hombre. Intentó huir de mí, lo miré directamente a los ojos y le dije: “Yo te conozco, Gary *apellido*; por favor, no corras”. Siempre se quedará conmigo la mirada de alguien que conocía y que ni siquiera podía recordar nada.
No soy oficial de seguridad, pero trabajo en un hospital universitario, y (con permiso) grabamos las cirugías para que los internos/residentes/asistentes puedan revisarlas en las reuniones en las que tienen que explicar lo que salió muy mal o muy bien en el quirófano.
Bueno, estaba revisando esta cinta en la que pasó algo con la anestesia durante el procedimiento, y si un asistente no hubiera detectado el error, el paciente se habría muerto. Tuvimos que detener por completo la cirugía y darle a este pobre hombre un Narcan y coserlo para que volviera al día siguiente.
Resulta que uno de los internos estaba tomando narcóticos (estaba drogado) y dosificó el fentanilo en miligramos, en lugar de microgramos.
Al diablo con ese interno. Y sí, perdió su licencia.
Estaba mirando las cintas de un estacionamiento, y en el noveno piso había un hombre sentado en el medio de la cubierta, golpeándose la cabeza contra uno de los pilares. De repente, detuvo los golpes, empezó a correr hacía el borde y se lanzó. Llamé a la central de inmediato y les conté lo que había pasado. Pocos días después me ofrecieron asistencia psicológica por lo sucedido.
Trabajo en una tienda, y durante un tiempo estuve en el área de seguridad. Vigilar las cámaras no era mi trabajo, técnicamente, pero siempre estábamos escasos de personal y el director me estaba preparando para un ascenso, así que me tocaba vigilar las cámaras de vez en cuando. Un día, mientras revisábamos las imágenes de la noche, vimos a un adolescente dejar tranquilamente su cesta de la compra, quitarse el sombrero, las gafas, y golpearse contra una pared. Le dio de lleno dos veces. Cuando terminó, tenía la cara ensangrentada, pero se volvió a poner el sombrero y las gafas y se fue. Me quedé muy sorprendido.
Una vez trabajé en la recepción de un hostel de mochileros y tenía que mirar las cámaras de seguridad mientras estaba de turno; las teníamos en todos los pasillos pero no en las habitaciones ni en los baños (obviamente). En fin, vino un grupo de despedida soltero a alojarse y el novio tuvo una pelea fuerte con su padrino (supongo). La discusión duró unos 15 minutos antes de que el novio empujara al padrino contra la pared y los dos se abrazaran y terminaran en una apasionada sesión de besos que duró 10 minutos, acompañada por un extremo manoseo e intercambio de saliva. Poco después, desaparecieron juntos en uno de los baños y, con un suspiro, dejé la mesa para interrumpir su pequeña sesión por el bien de los demás invitados. Todavía me pregunto si el novio habrá llegado a casarse con su novia (me había mostrado una foto de ella ese mismo día) o si terminó con su “mejor amigo”...
Cuando trabajé como agente de seguridad, en mi primera semana de trabajo vi a mi jefe y a otro gerente intentar convencer a un hombre de que se bajara de la parte superior de nuestro estacionamiento. No funcionó y lo vi saltar y aterrizar junto a una empleada que estaba entrando a su turno. El hombre cayó al suelo con tanta fuerza que el cinturón de sus pantalones estalló. Nunca voy a poder olvidar eso.
Solía trabajar en soporte informático para una empresa que tenía mucha maquinaria pesada moviéndose dentro de un gran almacén. Una cargadora gigante agarraba el material y lo volcaba en una tolva. A lo largo de los lados de la planta había unas enormes barreras de hormigón (escuché que se llaman Barreras de Jersey y Bloques de la mafia, pero miden solo unos 3 metros de altura). La vida de un trabajador terminó cuando la cargadora accidentalmente agarró la base de la barrera y aterrizó sobre uno de los 2 hombres que estaban caminando por ese lugar.
Me dijeron que revisara las cámaras, luego que hiciera unas copias… seis copias, para ser exactos… y luego que me asegurara de que las imágenes se vieran bien, fueran autoejecutables y que pudieran ser ejecutadas desde una memoria USB. Así que tuve que ver morir a este hombre más de una docena de veces.
A mí también me ofrecieron atención psicológica solo por ver ese video.
He visto imágenes de un kayakista que es derribado por un cisne.
No es algo aterrador, pero sí fue gracioso.
Trabajo en la oficina corporativa de una gran empresa de seguridad. Se podría decir que observo a los vigilantes. La mayoría de la gente no sabe que en las salas de control de los CCTV casi siempre hay una cámara que vigila al operador. Cuando algo va terriblemente mal o es extraño, puedo verlo en las imágenes. El mundo está lleno de rarezas, pero me vienen a la mente dos sucesos.
Teníamos una empleada que trabajaba durante las noches vigilando a los CCTV. Nos dimos cuenta de que dejó de anotar los registros a tiempo, así que la investigamos. Resulta que pasaba gran parte de la noche conversando con uno de los monitores de televisión. Según ella, su madre le hablaba a través de eso después de morir.
Mientras estaba en un turno de noche vi a alguien sentado en un puente, miré hacía abajo para llamar a la policía y cuando volví a mirar hacía arriba la persona ya no estaba. Luego bajé la cámara y vi a un humano desparramado; eso es algo que no voy a olvidar fácilmente y de verdad quiero hacerlo.
Estaba trabajando en un club de Sídney y mirando las cámaras de seguridad cuando vi a un hombre cruzar y descruzar continuamente las piernas mientras jugaba en una máquina de póquer/tragamonedas. Al cabo de unos minutos, se dirigió a una esquina de la sala, defecó y volvió a la máquina para seguir jugando. ¡Eso sí que es una adicción!
Para responder a algunas de sus preguntas, este tipo de cosas no son raras. La mayoría de las veces se trata de gente que se mea encima. Estas máquinas son malvadas y están diseñadas para que la gente se vuelva adicta. Eso hace que algunas personas no puedan salir de ahí, ni siquiera para ir al baño. Por último, gracias a Dios que soy gerente, pero apestó tener que pedirle a alguien que lo limpiara porque ese era su trabajo.
¡Es mi momento de brillar! Mi primer trabajo al salir de la universidad fue para una gran empresa de seguridad (piensen en algo grande a nivel mundial). Hacía ingeniería eléctrica y diseño de sistemas de seguridad para ellos.
Una de las primeras tareas que tuve fue ayudar a escribir un informe sobre un sistema de seguridad para una planta de almacenamiento nuclear que habíamos diseñado y que había sido invadida por monjas (no es broma).
Básicamente, este lugar fue invadido por monjas octogenarias que empezaron a cubrir el almacén nuclear con sangre que habían puesto en botellas de agua. Las imágenes fueron… chocantes… en varios sentidos.
Dejé a mi perra para hacer algo en el patio trasero y cuando volví la encontré muerta con sangre saliendo de su boca. Estaba demasiado sorprendido por lo que había pasado y porque la amaba mucho.
Después de 2 días, cuando me sentí más estable, miré la cámara de seguridad de mi casa y vi las imágenes de cómo había sido atropellada por un coche y había ido hasta la silla que uso siempre para ver si me encontraba allí sentado… colapsó allí en el patio…
Maldición, estas lágrimas otra vez…
Esto fue alrededor de 1997. En la universidad, conducía las noticias del tránsito en una ciudad grande. Trabajaba en un estudio con transmisiones de video en directo de nuestras cámaras que estaban por toda la región. Un lunes por la tarde, otro presentador llegó corriendo y gritó: “¡Gira la cámara n°7 hacia la zona subterránea de (nombre de un gran estadio de fútbol)!”. Un hombre y una mujer estaban haciéndolo sobre el capó de su camión. Después de unos siete minutos, se tomaron un descanso, el muchacho sacó sándwiches y cerveza de una nevera de la parte trasera. Después de comer, volvieron a hacerlo.
Al cabo de media hora, uno de nosotros se acordó, de repente, de que una de nuestras cadenas de televisión había empezado a vincular los videos a su página web.
Actualmente, soy guardia de seguridad en una gran planta farmacéutica. Vi a un hombre haciéndolo con un barril de algún producto químico desconocido en la sala de distribución.
No me atreví a denunciarlo.
Una vez, había una araña en el lente de la cámara de seguridad. Era grande… y se quedó allí como por 3 días.
Observé cómo un muchacho sin hogar recibía un puñado de dinero de un hombre antes de bajarse los pantalones y defecar delante de él.
