ADVERTISEMENT

El concepto de familia se ha ido redefiniendo con el paso de los años. Hoy sabemos que existen muchos tipos más allá del modelo tradicional instalado en el imaginario social antiguamente.

ADVERTISEMENT

En un caso ideal, la familia es nuestro primer grupo social, comunidad, red de apoyo, nuestro contacto inicial con el mundo. Sin embargo, por diferentes circunstancias, algunas personas no cuentan con ese sistema al crecer. Al mismo tiempo, mucha gente sueña con poder ofrecerle un hogar a ese niño que lo añora, y una nueva familia nace cuando el deseo de adoptar se materializa.

Jerry Windle es un hombre oriundo de Anderson, California, Estados Unidos, que toda la vida soñó con ser padre. Según sus propias palabras, era parte de su identidad. Hubo un momento en su vida donde se sentía deprimido y resignado al pensar que los prejuicios que había por entonces, por ser soltero y gay, se pondrían en el camino de su más preciado sueño. “Había tanta homofobia e intolerancia en torno al concepto de que una persona homosexual quisiera ser padre”, le dijo al programa Today. “Incluso la gente que me quería me decía: no puedes ser padre si eres gay”.

ADVERTISEMENT

Más información en: tiktok | Instagram: Jerry, Jordan

Este pequeño se llama Jordan Windle, y es de Camboya. Perdió a sus padres cuando tan solo tenía un año, y acabó en un orfanato. No podía imaginar lo que le deparaba el futuro

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Su vida cambiaría a mediados de sus 30, luego de la muerte de su madre y un cambio de carrera que lo llevaría de California a Florida. Un día, se vio sentado en una sala de espera leyendo en una revista el testimonio de un padre soltero que había adoptado a un niño en Camboya. “El artículo hablaba de la estrecha relación entre el padre y su hijo, y algo hizo clic en mi cabeza… Se mencionaba además (el número de un servicio de adopción), así que llamé y dije: ‘Acabo de leer un artículo, ¿es posible para una persona soltera adoptar a un niño?’ y me contestaron: ‘Sí, lo es’”, contó.

ADVERTISEMENT

Un día llegó este hombre, Jerry Windle, y le dijo que era su nuevo padre. Jerry era soltero y veterano de la armada estadounidense, y realmente deseaba ser padre

Créditos de la imagen: Jerry Windle

El hombre explicó que una semana después de la llamada recibió la información pertinente y una solicitud para rellenar; procedió a cumplir con cada requisito necesario ansioso de que se cumpliera su deseo. Al poco tiempo, le informaron de un niño de 18 meses que vivía en el orfanato de Phnom Penh y estaba en busca de una familia. Ese pequeño niño llamado en ese entonces Pisey —que significa “pequeño encanto”— pronto descubriría que su padre iría por él para empezar una nueva vida juntos.

ADVERTISEMENT

La razón por la que Jerry se fue hasta Camboya para adoptar a Jordan es porque en aquella época, no se permitía a gays adoptar a niños en casi ningún estado. Jerry llevaba mucho tiempo resignado a ello, hasta que vio esta opción viable

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Jerry supo desde el primer momento en que vio una foto del pequeño que había encontrado a su hijo. El futuro padre le envió a Pisey un collar con su foto y la promesa de que estarían juntos. En junio del año 2000, cinco meses después de que comenzara todo el proceso, tuvo lugar el esperado encuentro: fue un momento mágico y de conexión inmediata. Debían de enfrentar adversidades juntos ya que, además de la barrera del lenguaje, el niño se encontraba muy enfermo con su vida en riesgo; estaba desnutrido y con sarna. Jerry sabía que ahora su prioridad era su hijo y haría lo que fuera por verlo bien. Explicó: “Cuando lo tuve en mis brazos en ese primer momento, le prometí que sería el mejor padre que podría ser. Quería que su juventud estuviera llena de asombro. Esa es mi misión desde el primer día”.

ADVERTISEMENT

Al principio fue difícil: Jordan solo tenía 18 meses, sufría de sarna y desnutrición, y por supuesto, no sabía inglés. Él y Jerry se tenían que comunicar por signos.

ADVERTISEMENT

Créditos de la imagen: Jerry Windle

La nueva familia emprendió su viaje a Estados Unidos con la ilusión de todas las aventuras que vivirían juntos y todo el amor que tenían para darse. El niño fue rebautizado como Jordan, conservó Pisey como segundo nombre, y gracias a los cuidados de su padre logró superar sus problemas de salud.

«Cuando lo sostuve en mis brazos en ese primer momento, le prometí que sería el mejor padre que podría ser. Quería que su juventud estuviera llena de asombro. Esa es mi misión desde el primer día.»

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Así comenzó la historia de esta familia cuyos miembros, desde puntas opuestas del mundo, lograron encontrarse y conectar sus corazones. Jordan y su padre vivieron una vida plena y feliz. Jerry llevaba a su hijo a todas las actividades posibles, y fue así como descubrieron el talento del muchacho, que terminaría siendo un deportista olímpico.

Jerry crió a Jordan igual que lo criaron a él: iban al campo, a la iglesia y, en verano, lo inscribía en campamentos.

Créditos de la imagen: Jerry Windle

El padre de Jordan lo inscribió, a último momento, a un campamento de verano de deportes acuáticos, y esa decisión sellaría el destino del muchacho. Luego de un salto en trampolín, el director del campamento, e hijo de una importante figura del deporte, le vaticinó al Jerry el gran futuro que le deparaba a Jordan si se dedicaba a los clavados. El niño comenzó a ganar campeonatos y la familia se mudó para que él pudiera seguir entrenando.

«Un día los dejaron saltar del trampolín y cuando le fui a buscar, el tipo que dirigía el campamento me preguntó si podía hablar conmigo» ¡Resulta que Jordan tenía muchas aptitudes!

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Su carrera siguió prosperando sin cesar, y hoy el deportista ya cuenta con múltiples victorias nacionales. Incluso, llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se disputaron en 2021, donde terminó en noveno lugar. Jordan es el primer camboyano en clasificar representando a los Estados Unidos. Su padre no lo pudo acompañar durante la competencia pero Jordan siempre lo tuvo presente, ya que es su mayor inspiración para seguir adelante con el deporte. Después de todo, Jerry siempre estuvo dispuesto a apoyarlo.

«Lo apunté a buceo y antes de que terminara el año, estaba haciendo inmersiones. Al año siguiente, Jordan ganó el campeonato nacional juvenil.» Para que pudiera seguir mejorando, se mudaron a Indianápolis y después a Carolina del Norte.

ADVERTISEMENT

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Pero la vida juntos no siempre ha sido fácil: Jordan tuvo que enfrentar bullying por sus orígenes y la orientación sexual de su padre. Sin embargo, no dejó que eso dictaminara su vida. Además, volvió a su país natal a los 16 años, donde fue recibido con los brazos abiertos, con la intención de inspirar a otros niños como él.

A pesar de sufrir racismo y bullying por tener un padre homosexual, Jordan progresó mucho en saltos de trampolín, y llegó a participar en las Olimpiadas de Tokyo

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Esta historia es una de las tantas que nos muestran que la decisión de adoptar es un gran acto de amor y altruismo. Pero es muy importante considerar que debe hacerse con seriedad, responsabilidad y conciencia. El futuro de una persona entra en juego y se debe proceder con precaución y consideración por el bienestar y los derechos del menor.

Quedó en el 9º puesto en en la plataforma de 10 metros, y tras su participación, acabó sus estudios en la Universidad de Texas, graduándose.

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Esto se explica con claridad en los siguientes apartados de la “Guía de adopción” del gobierno de Argentina: “La adopción es una solución a la situación de algunas niñas, niños y adolescentes privados de cuidados parentales. Se trata de asegurar el derecho de la niña, niño y adolescente a vivir en una familia que le provea los cuidados necesarios para crecer y desarrollarse”, “La adopción implica una construcción gradual del vínculo. Es un compromiso que se asume de una vez y para siempre, y que supone una decisión firme de cuidado, independientemente de las circunstancias”.

«Les digo a todos, cuando me preguntan por qué buceo: buceo exclusivamente por mi padre y por cuánto le encanta verme. «Sin él haciendo todos los sacrificios que hizo, y sin su amor y apoyo durante todo el tiempo que hemos estado juntos, realmente no estaría donde estoy hoy. Tengo que agradecerle por todo, todos mis logros.»

Créditos de la imagen: Jerry Windle

Como verán, adoptar no es una decisión fácil, pero definitivamente, puede cambiarle la vida por completo a una persona. Queridos amigos, queremos decirles que nos alegra y reconforta poder compartir una noticia como la que les trajimos hoy, ejemplo de amor y superación. Ustedes, Pandas, ¿se conmovieron tanto como nosotros con ella? ¿Conocen alguna historia similar? Nos encantaría escucharlos. ¡Los leemos en la sección de comentarios!

Aquí puedes ver a Jordan en acción. ¡Mucho éxito a él y a su padre!