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¡Hola amigos lectores!

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Ahora que tenés tu casa, falta darle un poco de vida y una buena elección de los colores será la encargada de hacerlo. La paleta de colores es muy amplia y no se trata de querer usarlos todos juntos sino de tratar de armonizar, para que no sentirse abrumado estando en una habitación.¿Cómo combinar colores en tu casa?

La paleta de colores podría pensarse como inacabada, ya que existen algunos colores básicos que luego se van combinando y nos dejan como resultado ese color exacto que estamos buscando, ese celeste que no es tan celeste sino con matices azules pero con algunas tonalidades verdes ocultas.

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Ahora bien, hay que saber que un color sirve para mucho más que sólo aportar un estilo decorativo: con la elección adecuada, se puede generar la sensación de una habitación más amplia, “romper” con la estética de un espacio, aportando un elemento disruptivo y distintivo sobre todo, se puede aportar iluminación a un sitio que no posee mucha luz natural, crear un espacio de armonía, o cualquier otro objetivo. Es por eso que es importante pensar qué es lo que buscamos y en función de eso, trabajar sobre una paleta de colores.

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Algunos principios útiles a tener en cuenta son:

El de armonía o contraste: la armonía está dada por la elección de colores que producen una unidad, una sensación de conjunto equilibrado. En cambio, el contraste sería lo opuesto: a la vista, los colores son “chocantes” entre sí, dan la idea de dinamismo. En este caso, igualmente se cuida la apariencia, ya que un excesivo efecto de contraste provoca una vista desagradable al ojo.

Diferentes tipos de combinación: para elegir los colores, uno puede guiarse por monocromía, por colores análogos o los complementarios. La monocromía, bien lo dice su nombre, se refiere a la elección de un único color, aunque el mismo puede variar en sus tonalidades. Por ejemplo, una pared de color fucsia y el acolchado de la cama de color rosa claro. En cambio, cuando nos referimos a la analogía, pensamos en colores que son cercanos en la paleta y los combinamos, por ejemplo el verde y el amarillo. La combinación más osada es la de los complementarios. Si nos fijamos en el círculo cromático, entonces se eligen dos colores diametralmente opuestos, por ejemplo el verde y el rojo.

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También se pueden usar los complementarios cercanos, que consiste en la combinación de los adyacentes al complementario. Vale decir: el opuesto del azul es el naranja, pero sus adyacentes corresponden a un naranja más claro y otro un poco más oscuro.

En síntesis, jugar con los colores está bien y se pueden lograr resultados asombrosos. No obstante, aún en las combinaciones más excéntricas, existen reglas que nos permitirán alcanzar una armonía.

More info: siete-soles.com.ar

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La paleta de colores podría pensarse como inacabada, ya que existen algunos colores básicos que luego se van combinando y nos dejan como resultado ese color exacto que estamos buscando, ese celeste que no es tan celeste sino con matices azules pero con algunas tonalidades verdes ocultas.

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El de armonía o contraste: la armonía está dada por la elección de colores que producen una unidad, una sensación de conjunto equilibrado. En cambio, el contraste sería lo opuesto: a la vista, los colores son “chocantes” entre sí, dan la idea de dinamismo. En este caso, igualmente se cuida la apariencia, ya que un excesivo efecto de contraste provoca una vista desagradable al ojo.

Diferentes tipos de combinación: para elegir los colores, uno puede guiarse por monocromía, por colores análogos o los complementarios. La monocromía, bien lo dice su nombre, se refiere a la elección de un único color, aunque el mismo puede variar en sus tonalidades. Por ejemplo, una pared de color fucsia y el acolchado de la cama de color rosa claro. En cambio, cuando nos referimos a la analogía, pensamos en colores que son cercanos en la paleta y los combinamos, por ejemplo el verde y el amarillo. La combinación más osada es la de los complementarios. Si nos fijamos en el círculo cromático, entonces se eligen dos colores diametralmente opuestos, por ejemplo el verde y el rojo.

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