Cuando somos niños, todos nos sentimos igual: pequeños aventureros valientes dispuestos a empaparse del mundo con los brazos abiertos. Los niños no tienen prejuicios sobre el mundo, ni el sentido de la disparidad que sólo surge más tarde en la vida.
Al recordar los años de la infancia, pueden surgir emociones encontradas. Para algunos es la nostalgia de los dÃas despreocupados, para otros son las cosas que no notaron en aquel entonces y que les tocaron la fibra. Como, por ejemplo, comer frijoles con chile durante dÃas seguidos o tomar como algo habitual el no esperar nada que fuera caro para Navidad.
De hecho, estos son algunos de los tuits que la gente compartió cuando el usuario de Twitter Trevor Donovan preguntó a la gente "Dime que creciste pobre, sin decirme que creciste pobre". El hilo es una lectura reveladora sobre el hecho de haber crecido pobre, contado por los pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos a los ojos de una persona ajena.
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No tenÃa suficiente comida porque mi madre gastaba nuestro dinero en la iglesia. Pagaba la matrÃcula de la escuela parroquial. Puso dinero en efectivo en dos platos de colecta y un sobre para la colecta especial del Fondo de los Obispos los domingos. Pagaba monedas para encender las velas. Su piedad mantuvo a sus hijos hambrientos y frÃos.
Odio la religión
Odiar la religion me parece bien... Pero tu madre es por decir lo menos, imbecil.
Una Navidad, los tres niños recibimos sólo una carta de mi madre. Bellamente escrita a mano con su pluma de tinta. TodavÃa la guardo como un tesoro, 45 años después. Sólo puedo imaginar lo doloroso que fue para ella, trabajando tan duro pero siempre sin dinero.
Que los profesores y las señoras de la comida son una bendición. Mis profesores siempre me preguntaban si tenÃa hambre, si tenÃa ropa, etc. Las señoras del almuerzo siempre me daban mi almuerzo y desayuno gratis, con comida extra, porque sabÃan que era la mejor oportunidad para que yo comiera ese dÃa.
No estoy aferrada al concepto de que me "guste" todo lo que como. Mi hijo lo odia, porque le digo: "Es lo que hay, y si no te gusta, mejor suerte mañana". Nunca ha tenido que aprender por experiencia propia a agradecer que le den algo.
La culpa y la ansiedad en la edad adulta cuando se compra cualquier cosa para uno mismo.
La necesidad de no sentir que puedes perderlo todo en cualquier momento.
La limitación de tus procesiones ante la posibilidad de que en cualquier momento tengas que recogerlo todo y marcharte para no volver jamás.
Todo lo que te rodea puede ser un juguete. Mi colección de figuras de acción incluÃa un palo, un tarro de conservas, una Barbie sin marca que me regaló un primo mayor y un montón de hombres verdes del ejército derretidos que parecÃan un gigante. Tuvimos las mejores aventuras.
Hacer muchos amigos significaba que podÃas ir a las casas de otros niños y que te invitaban a quedarte a cenar. Siempre le llevaba a mi madre algo de comer a escondidas. Ella nunca me pedÃa que lo hiciera, pero yo sabÃa que tenÃa hambre.
DÃa 1 chile sin alubias. DÃa 2 chile con alubias. DÃa 3 añadir macarrones al chile restante. DÃa 4 añadir zumo de tomate a las sobras del dÃa 3 con pimentón, ¡se convierte en goulash! DÃa 5 echar el goulash restante sobre una patata asada. Cómo estirar la compra a final de mes
SolÃa rezar por la ropa que mi madre no cosÃa. Ahora que soy mayor miro hacia atrás y me maravilla cómo hizo todas esas cosas por nosotros y simplemente veo tanto amor.
TenÃamos un uniforme escolar, asà que estaba bien. Pero el ocasional "dÃa sin uniforme" era terriblemente embarazoso. A menudo fingÃa que me olvidaba y me presentaba con el uniforme de todos modos. Ahora que gano una cantidad razonable, todavÃa no puedo creer que pueda comprar cosas cuando quiera, como un libro o un café o una camisa nueva. Una parte de mi cerebro de jefe de departamento de 32 años sigue siendo un pobre niño de 8 años que espera pacientemente la Navidad.
Todos los productos que comà en casa, de 8 a 18 años, fueron cultivados en nuestro patio trasero (y créeme que lo tenÃamos todo). Las semillas son más baratas, y arrancar las malas hierbas es un gran castigo que no conlleva golpear a tus hijos...
¿Has comido alguna vez un sándwich de azúcar? Porque yo sÃ.
¿Margarina y canela en el pan? ¡Tostadas de canela! ComÃa eso todo el tiempo mientras crecÃa
Irse a la cama con hambre. O dejar comida a propósito para que tus padres se coman las sobras ya que esa serÃa su única comida... Duele pensar en eso, incluso ahora.
Lo mal que sabe la leche en polvo después de haber tomado leche de verdad, y lo bien que sabe la leche en polvo cuando tienes hambre de verdad.
Para divertirme, iba al vertedero de la ciudad con mi abuelo a despegar las etiquetas de prueba de compra de las cajas de cereales para canjearlas por reembolsos o premios. TodavÃa conservo algunas de las muñecas que me regaló mi abuelo.
Paquetes de calcetines y ropa interior y otros artÃculos de primera necesidad envueltos bajo el árbol de Navidad. Lo curioso es que yo creÃa que esos eran los regalos navideños habituales hasta que me casé y mi marido me dijo: ¿qué es eso de los calcetines y la ropa interior en Navidad?
Mis compañeros de clase se burlaban de mà porque llevaba la misma camiseta todos los dÃas y mis zapatillas tenÃan agujeros. Esta es una de las razones por las que creamos nuestra organización benéfica, Alice's Kids. Gracias por plantear este tema, Trevor.
¿Estás resfriado? Coge un rollo de papel higiénico. TodavÃa me parece que el kleenex es un artÃculo de lujo para la reina de Saba, pero mi compañero ha ido desechando esa idea, y parece que no es tan caro.
Nunca contestaba al teléfono. Siempre eran los cobradores buscando dinero. Lo mismo con la puerta principal. No hay nadie en casa.
Mis padres buscaban en contendor de basura del centro comercial los regalos de cumpleaños para nosotros.
El único queso que pudimos conseguir fue el queso de los productos básicos del gobierno (que servÃa para hacer deliciosos sándwiches de queso a la parrilla, por cierto) y la mantequilla de cacahuete que venÃa con los productos básicos y que hacÃa deliciosas galletas
Cuando estás al lÃmite de tu sueldo es posible vivir de café instantáneo y galletas robadas del salón de té de la oficina sólo para que tu gato tenga comida.
Estar emocionado por ver un programa de Nickelodeon o Cartoon Network en casa de un amigo
Recogà botellas de refresco en el borde de la carretera a cambio del dinero por el depósito.
¿TenÃais sándwiches de lechuga y mayonesa? En un buen dÃa también tenÃamos mortadela.
Nada era de marca. En lugar de Fruit Loops tenÃamos Fruity O's
En lugar de Fruit Punch tenÃamos Red Juice, o zumo rojo (4 litros con una pegatina que decÃa Red Juice), en lugar de Chip Ahoy tenÃamos Captain Chipleys.
Nuestro juguete de Navidad era de la tienda S&H Green Stamp. Pijamas y ropa interior nuevos completaron los regalos. Los viernes habÃa sopa que mamá hacÃa con los restos de la semana. Era bastante aleatoria. Vaciaba el frigorÃfico y el sábado era el dÃa de la compra. Ella sabÃa el precio de todo lo que habÃa en la tienda.
Utilicé pan normal para los panes de los perritos calientes y de las hamburguesas. También tenÃa un gran contenedor de leche en polvo en la despensa para los niños.