Las redes sociales pueden parecer un espectáculo de magia... Excepto que, en lugar de conejos saliendo de sombreros, se ven cinturas recortadas, pómulos que surgen de la nada o arrugas de expresión que desaparecen sin bótox ni un doloroso lifting.
Con solo Photoshop, Facetune y un filtro (o cinco), la gente se ha transformado de humanos comunes a criaturas brillantes e impecables que parecen recién salidas de un videojuego. Ya sean Barbies con vida propia o labios que parecen haber perdido una pelea con una abeja, las redes sociales están llenas de fotos que podrían habernos engañado si la realidad no hubiera asomado su impredecible cara.
Hemos recopilado una lista de las ocasiones más divertidas y vergonzosas en las que la gente se esforzó demasiado en engañar a los demás en internet y fue descubierta en el acto. Muchos de estos errores de las redes sociales frente a la realidad demuestran que, si bien los filtros pueden difuminar la verdad, no pueden borrar la audacia (y el humor) que conlleva no engañar a nadie.
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El reflejo dice que sus caderas mienten
Debe ser su hermana la del coche
No te puedes llevar los filtros por ahí
Esta persona se ha presentado a alcaldesa en mi ciudad
Podríamos reírnos de algunas de las imágenes atrevidas y sobreeditadas de esta recopilación. Pero el uso excesivo de herramientas y aplicaciones de edición es un asunto bastante serio...
En los comentarios creen que es "solo maquillaje"
Siento un filtro
Su insta vs en la tele
Instagram vs. telerreality
El 85% de las chicas han aplicado filtros o usado una aplicación para cambiar su apariencia en sus fotos, incluso antes de cumplir los 13 años. Y el 67% ha intentado cambiar u ocultar al menos una parte del cuerpo antes de publicar una foto suya en redes sociales.
Me molesta ver ediciones como estas porque las clientas esperan que el maquillaje funcione como una cirugía plástica que eliminará las arrugas.
Afirma tener 27 años
Lo que publicó ella VS lo que publicó su maquilladora
TikTok vs. foto de una fan
La era del Facetune nos ha traído algo conocido como dismorfia de Snapchat. Si nunca has oído hablar de ello, se trata de un fenómeno médico en el que los filtros de las redes sociales han llevado a un número creciente de mujeres a acudir a cirujanos plásticos para pedir parecerse a las versiones filtradas de sí mismas.