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El ser humano es complejo: está lleno de aristas, deseos y motivaciones; es inmenso y contiene multitudes. Dentro suyo siempre hay algo que necesita salir al mundo, y usa múltiples vías como formas de expresión.

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Dentro de estas, también se opta por usar al cuerpo como lienzo para realizar una declaración de identidad. El arte corporal posee una historia milenaria, algunos creen que fue uno de los primeros medios de expresión utilizados por el hombre. Hoy en día, gracias a la tecnología y a que las personas dejan volar a su imaginación sin riendas, las posibilidades son infinitas.

Es el caso de este hombre que, buscando a su “verdadero yo”, ha comenzado el camino de la transformación corporal extrema. No tiene del todo claro cuál será el fin de este proyecto, ya que siempre está en constante evolución.

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Aunque no lo creas, quien aparece en esta foto no es un alienígena, sino un humano llamado Anthony Loffredo adicto a las modificaciones corporales

Image credits: the_black_alien_project

Esta es la historia de Anthony Loffredo, un hombre francés de 34 años que, después de varios años viviendo en Barcelona, actualmente reside en México y se hizo conocido por haber comenzado, hace casi una década, un proceso para convertirse en un extraterrestre. Se lo conoce como “Alien Negro” y se ha sometido a varios procedimientos en busca de alejarse lo que más que pueda de su aspecto humano: modificó su lengua para darle un aspecto bífido y verde, tiene varios implantes bajo la piel, el blanco de sus ojos está coloreado de verde, está cubierto de tatuajes en el cuerpo que le dan la impresión de tener «textura», se cortó las fosas nasales y las orejas, se afiló los dientes, se extirpó la mitad del labio superior. Con la intención de conseguir «garras», se apuntó dos dedos (el meñique y el anular) de la mano izquierda, lo que generó mucha controversia en las redes sociales, aunque para él es su intervención favorita.

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Aun con la cantidad de modificaciones que tiene hasta ahora, el Alien Negro está lejos de parar. Considera que va recién por la mitad de su transformación y su «nueva evolución» recién comienza. En su cuenta de Instagram —donde lo siguen más de 1 millón de personas, tanto con intenciones de apoyarlo, curiosos o los que critican su estilo de vida— suele compartir retazos de su vida, sus transformaciones y sus deseos para la siguiente etapa de su plan.

Anthony es francés y tiene 33 años. Hoy en día se hace llamar Black alien (alienígena negro), trabaja como tatuador y documenta su propia transformación

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Image credits: the_black_alien_project

Una de las publicaciones que generó un gran revuelo fue en la que declaró su intención de amputarse una pierna totalmente sana. “Tengo una treintena de implantes de silicona para volver a ponerme en toda la cara y el cráneo, una pierna que tengo que quitar, la otra mano por hacer, llenar mis dos brazos de implantes, también mi torso, mi tibia derecha, mis dos hombros, mi dos costillas, y estaremos en buen camino para llegar a la meta», compartió en la red social.

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En una entrevista ya había jugado con la idea de tener piernas robóticas. “Es algo que yo… buah –decía emocionado-, que me encantaría [tener piernas robóticas], de verdad”. Cuando el entrevistador le remarcó que para ello debería amputarse las piernas y era un proyecto algo loco, siguió mostrándose ilusionado. “Eso es… uffffffff –resoplaba él-. No me lo puedo imaginar, es un sueño. Si me dices: ‘Mañana… ¿Te corto las piernas y te coloco unas biónicas?’ Voy directo”, confesó.

“Quiero amputarme una pierna, sí. Llevo tiempo queriendo hacerlo y es la modificación que más ilusión me hace ahora mismo. Va a tardar todavía, diría que incluso diez años, pero sí pretendo amputármela y colocarme una prótesis”, expresó el Alien Negro. Además, se mostró interesado en una intervención en sus genitales.

Los cambios comenzaron cuando tenía 27 años y se hizo su primer tatuaje. Hoy en día el 95% de su piel está tatuada, y ha pasado por quirófano para hacerse muchas otras modificaciones. ¡Y aún no ha terminado!

Image credits: the_black_alien_project

Anthony mostró desde pequeño un interés por el cuerpo humano y, cuando lo descubrió, se fascinó con el fisiculturismo. Esto último, la manera en que los cuerpos son llevados al extremo y modificados, le sirvió de inspiración para su propio recorrido hacia la modificación corporal. Además, siempre le atrajo el arte, en especial el que se experimenta en el cuerpo.

Busca traspasar los límites de lo humano, persigue la idea de encontrar su verdadera identidad interviniendo su cuerpo para lograrlo. «Es como me expreso a mí mismo», dijo. “Siempre me ha apasionado todo lo que tiene que ver con la vida fuera de nuestro planeta. No sé si los alienígenas existen de verdad, pero me ha llamado mucho la atención ese tema desde siempre”, comentó.

Además de haberse amputado buena parte de la nariz y las orejas, tiene implantes de silicona repartidos por la cabeza y la cara…

Image credits: the_black_alien_project

…¡Así como en los brazos! Y también se ha amputado recientemente 2 dedos de la mano y parte de los labios. ¡Afirma que el siguiente paso es quitarse una pierna!

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Al principio, tuvo algunos obstáculos para comenzar con su proyecto: vivía con su madre y trabajaba como guardia de seguridad, por lo que no podía hacer todo lo que deseaba. Una vez que tuvo un lugar propio, dejó su trabajo y el resto es historia. Él quería tomar las riendas de su vida. “El primer tatuaje que me hice fue la cara de una chica que me gustaba pero ya no está y ya no se ve”, dijo.

El hombre aclara que se ha hecho los procedimientos con profesionales, por lo tanto todo fue seguro. Pero al ser modificaciones invasivas ha tenido diferentes consecuencias posteriores: «Cada tatuaje me duele, y cada modificación también. La más incómoda fue la lengua, porque no podía comer, no podía hablar, tenía hinchada la garganta», explicó. «Con las orejas sí noté un cambio, se nota en el ruido, es muy, no sé cómo explicar, la oreja externa es como un filtro que absorbe el ruido, como no lo tengo es un poco abrumante, pero ya me he acostumbrado. Ahora escucho y entiendo más a la gente que habla detrás de mí”, continuó. Con respecto a su nariz destacó que ahora puede respirar más aire, pero cuando hace frío esto lo lastima.

También se ha dividido y coloreado la lengua y piensa continuar transformándose hasta llegar a la idea que tiene en su cabeza. Según él, su «proyecto» solo está apenas a la mitad

Image credits: the_black_alien_project

Debe lidiar con el ojo ajeno, la gente no entiende lo que hace y por qué. Las puertas laborales se le cerraron y se ha sentido incómodo al caminar por la calle. “Es una lucha todos los días, porque encontrás gente nueva que no entiende y quiere juzgar. Así es la vida, no todos entienden todo. Como yo, no entiendo muchas cosas de mucha gente. No podés juzgar a alguien, nadie sabe lo que hay dentro de la cabeza de alguien, por qué está haciendo eso, necesitas hablar con esta persona”, expresó.

Otro detalle más: Se ha tatuado los globos oculares, algo prohibido en varios países. Pero ningún cirujano le ha puesto pegas nunca, ya que este tipo de procedimientos no se llevan a cabo en hospitales precisamente

Image credits: the_black_alien_project

A pesar de las críticas, se mantiene seguro de sus decisiones. Sostiene que cada uno debería enfocarse en sus pasiones y que es importante seguir al corazón. Y, contrario a lo que algunos acusan, dice que disfruta de la vida y está entusiasmado de seguir con su proyecto. Hoy en día, se dedica a su carrera como tatuador, modelo e influencer. ¿Qué le deparará el futuro? Tal vez su siguiente evolución lo haga llegar al espacio.

«Siempre me ha apasionado todo lo que tiene que ver con la vida fuera de nuestro planeta. Siempre digo que no sé si los alienígenas existen de verdad, pero me ha llamado mucho la atención ese tema desde siempre»

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Image credits: the_black_alien_project

Las personas que, como Anthony, tienen una adicción a las transformaciones corporales, ya sean cirugías, tatuajes, implantes o perforaciones pueden padecer una condición denominada «trastorno dismórfico corporal» (TDC), también conocida como «trastorno de la imagen corporal». El TDC es un trastorno en el que una persona se preocupa de manera excesiva y constante por algún aspecto de su apariencia física, llegando a tener una percepción distorsionada y negativa de su cuerpo. Esta preocupación constante puede llevar a la persona a realizar cambios extremos en su cuerpo, como cirugías plásticas, tatuajes, perforaciones, hasta incluso amputaciones con el fin de sentirse mejor consigo misma. Aunque este trastorno puede ser difícil de superar, existen diversos tratamientos psicológicos y psiquiátricos que pueden ayudar a las personas que lo padecen a fortalecer su autoestima, desarrollar estrategias de afrontamiento y aprender a aceptarse a sí misma sin la necesidad de cambios corporales extremos.

Si conocen a alguna persona con TDC y se preguntan qué pueden hacer para ayudarla, aquí les compartimos algunos consejos: Háblenle con empatía y comprensión e intenten escucharla sin juzgar, ya que la persona puede necesitar compartir sus preocupaciones y sentimientos acerca de su apariencia (y ya tiene suficiente con sus propios juicios); no refuercen los pensamientos negativos de la persona acerca de su apariencia, y, en cambio, enfóquense en comentar los aspectos positivos de su personalidad y habilidades; sean pacientes y comprensivos y —si tienen la confianza suficiente— animen a la persona a buscar ayuda profesional.

Aunque a mucha gente le parece que está loco, Anthony afirma que ese no es su problema, y le dan igual las críticas

Image credits: the_black_alien_project

¿Qué opinan del caso de Anthony, queridos Pandas? ¿Creen que hay que respetar la decisión de cada persona sobre su cuerpo o que habría que intervenir cuando se traspasan ciertos límites que ponen en riesgo su salud? ¡Nos interesa escucharlos! ¡Déjennos sus comentarios más abajo!

Aquí puedes ver su evolución… ¡y lo que queda!: