
30 Actos increÃblemente amables que las mascotas hicieron por sus dueños y que demuestran que el amor de una mascota no tiene lÃmites
Nos gusta pensar que nuestras mascotas son los seres más bellos, comprensivos y profundamente cariñosos por los que darÃamos el mundo (esperando que ellos hagan lo mismo a cambio). Pero, en realidad, los gatos tienen fama de odiosos, bolas de pelo totalmente ensimismadas que ocupan descaradamente tu cama, tu sofá y tu vida.
Los perros, aunque a veces son más fáciles de llevar, tienen muchos puntos blandos. Por ejemplo, todos sabemos lo fácil que es sobornarlos y convertirlos en su humano favorito con sólo darles un bocado de tu bollo de canela. Lo que significa que pueden cambiarte por el imbécil de tu vecino que sigue metiendo su basura en tu contenedor.
Pero ha llegado el momento de restaurar nuestra fe en la empatÃa, la bondad y la pura salubridad de nuestras queridas mascotas. Cuando alguien preguntó en Reddit "¿Qué es lo más amable que ha hecho una mascota por ti?", empezaron a llover las respuestas, con conmovedoras historias de la vida real de dueños de mascotas que les ayudaron a superar los momentos difÃciles, los dramas familiares y la depresión.
Y esto demuestra totalmente que sólo porque tu gato no siempre te reciba emocionado en la puerta, eso no significa que no se preocupe por ti. Estarán aquà cuando más los necesitemos y eso es lo que realmente importa.
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Cuando estaba embarazada, mi gato se tumbaba sobre mi vientre, y empezó a hacerlo antes de que yo supiera que estaba embarazada. De vez en cuando me lamÃa la barriga. Cuando aborté, se puso sobre mi pecho y puso su cabeza sobre mi corazón. Han pasado años, pero todavÃa lo hace. A veces me hace llorar, pero sé que se emocionó con mi embarazo.
Sólo existÃa. Cuando me mudé de escuela en mi segundo año, mi madre me consiguió un gato viejo llamado Jack. Era con el que hablaba después y antes de la escuela. Era el que me esperaba junto a la puerta cuando llegaba a casa. Era el que me abrazaba por la noche asegurándose de que no me sentÃa sola ni tenÃa frÃo. Nunca se separó de mà mientras estaba en casa y eso hizo por mà más de lo que las palabras pueden expresar. Cuando eres una adolescente confundida cuyo mundo acaba de ponerse patas arriba porque tu madre se ha ido a vivir con el imbécil de su novio, lo único que quieres es un amigo y eso es exactamente lo que él era. Si no fuera por él, no me habrÃa levantado por la mañana para ir a la escuela o al trabajo. No lo habrÃa intentado. No me habrÃa importado. Lamentablemente falleció el mes pasado, pero nunca olvidaré cómo cambió mi vida. Nunca entenderás realmente el gran impacto que puede tener un animal hasta que se haya ido. Nunca conoceré a otro gato como él. Descansa en paz, Jacky.
Estaba pasando por una mala ruptura y tenÃa todos los sÃntomas clásicos de la ruptura: pérdida de apetito, malos hábitos de sueño, letargo. Si me quedaba dormida en el sofá, mi perra (intentaba) tirar de una manta del respaldo del sofá para cubrirme. Si no comÃa, me arrastraba hasta su plato lleno o me despertaba dejando caer las croquetas sobre mÃ. Si dormÃa demasiado tiempo, me dejaba caer juguetes en la cara. Hasta su roca masticable favorita. Que era una roca del tamaño de un puño que le gustaba masticar.
La echo de menos.
El mundo sin nuestros queridos amigos peludos no serÃa el mismo. Y todo gracias al vÃnculo humano-animal, que es una relación mutuamente beneficiosa y dinámica entre personas y animales de compañÃa que se nutre de comportamientos esenciales para la salud y el bienestar de ambos. Numerosos estudios han demostrado una y otra vez que las personas que tienen animales de compañÃa llevan una vida más sana, satisfactoria, fÃsicamente activa y emocionalmente estable.
Cuando estaba atrapada en una relación abusiva (en serio, me amenazaba con matarme, y salir de ella requerÃa ayuda), una vez estaba sollozando después de uno de los episodios abusivos de mi ex y su gato se acercó a mÃ, puso su pata en mi mejilla y empezó a lamerme la cara y a ronronear por mÃ, básicamente siendo la mejor mamá gata que podÃa ser para mà en ese momento. TodavÃa se me salen las lágrimas al recordarlo.
TenÃa un loro y me dejó esta chica y se me rompió el corazón. Ciertamente, sólo tenÃa 14 años, asà que me puse a llorar.
Ese pájaro bajó volando a mi cama, subió por mi brazo y se quedó dándome besos y no paró hasta que me eché a reÃr y entonces se unió a mÃ.
Se llamaba Elvis, fue mi amigo durante unos 24 años y siempre estaba a mi lado cuando estaba deprimido.
Una vez tuve una rata como mascota, era la cosa más dulce. Por supuesto, a algunas personas no les gustan las ratas porque piensan que son malas y sucias y cosas asÃ, pero siempre que oigo eso cuento la historia de la única vez que mi rata me mordió. Le estaba dando un trocito de zanahoria como premio, y estaba tan emocionada que se le escapó la zanahoria y apenas puso sus dientes en mi dedo, no me mordió ni nada, pero supongo que se dio cuenta de que casi me muerde, asà que procedió a lamerme el dedo en su lugar, como disculpándose por haber estado a punto de morderme.
Era una rata muy buena.
Asà que para saber más sobre esta maravillosa conexión que compartimos con nuestros animales, Bored Panda se puso en contacto con Monique Udell, profesora asociada de Ciencias Animales y de los Humedales en la Universidad Estatal de Oregón. Monique es también directora del Laboratorio de Interacción Humano-Animal, que investiga las interacciones canino-humanas y la cognición.
"A menudo hablamos de los perros como "el mejor amigo del hombre", pero en realidad los gatos superan ahora a los perros como animales de compañÃa en muchos paÃses, lo que pone de manifiesto el amor que muchos humanos sienten por ellos", explica Monique el término común "el mejor amigo del hombre".
Mi perro me salvó la vida. Resumiendo, yo tenÃa 11 años y lo estaba paseando por la carretera. Yo, sin prestar atención, no vi/escuché el coche que venÃa hacia mà a unos 100 km/h al llegar a la colina. Tiró de la correa con tanta fuerza que me caÃ. El coche pasó por unos pocos centÃmetros. Amaba a ese perro...
Tengo una perra rescatada, mitad gran danés y mitad bullmastiff inglés. Vivimos en el bosque en unas 9.3 hectáreas y hay muchos coyotes por la noche. Sólo la he tenido unos 6 meses y una noche me despertó. Mi pensamiento inicial fue que por alguna razón se habÃa vuelto loca y que iba a atacarme, ya que estaba encima de mà haciendo los ruidos más aterradores que jamás se hayan oÃdo. Rápidamente me di cuenta de que estaba agachada sobre mà para protegerme de los coyotes que habÃa fuera. Me sentà muy humilde por su valentÃa, ella siempre se pone entre mà y cualquier persona que no conoce, sin embargo, es increÃblemente suave y mis hijos la adoran, pero ella siempre vigila.
A mi perra le habÃan enseñado a dar la mano. Asà que cuando extendà mi mano con la intención de darme otra ronda de cicatrices ella hizo lo que estaba entrenada a hacer y puso su pata en mi mano. Desde entonces no me he vuelto a autolesionar. Creo que me ha salvado la vida.
Una de las formas más obvias y populares de mostrar nuestro vÃnculo mutuo es compartir fotos de mascotas en Internet. No es ningún secreto que los contenidos relacionados con los animales son el motor de energÃa de Internet, y muchos vÃdeos y fotografÃas virales incluyen a un animal de una forma u otra. "Está claro, por su presencia online, que a mucha gente le parecen simpáticos los gatos", dice Monique y añade que en parte se debe a que conservan rasgos juveniles en la edad adulta (un rasgo distintivo de la domesticación).
Cuando estuve enferma de C19, el gato que recogimos de la calle se quedó conmigo cada segundo. Cuando me levantaba para ir al baño, me seguÃa. Y luego volvÃa a subir conmigo. Pasaba corriendo junto a mà y me esperaba en lo alto de la escalera. Cuando empezaba a recuperarme, me seguÃa hasta el sótano, donde tengo mis aparatos de gimnasia, y se quedaba allà sobre unas cajas hasta que terminaba y conseguÃa volver a subir. Ha evitado pisar mi pierna con TVP incluso desde antes de que supiera que tenÃa el coágulo. Y ahora viene a "buscarme" a las 8:30 cada noche para recordarme que debo ir a dormir. Me he dado cuenta de que los dÃas en los que mi hija está especialmente ansiosa por sus clases o por las decisiones de la universidad, él se queda con ella. Es como un pequeño "perro", lo que podrÃa ser la razón por la que a nuestro perro, que ya no puede subir y bajar las escaleras, no le gusta.
Yo solÃa tener una gata de esmoquin rescatada. Cuando tuve la gripe y no comà durante 3 dÃas ella se preocupó por mÃ. Asà que salió a buscarme un bocadillo. Me desperté con un pajarito regordete y una gata muy orgullosa y preocupada en mi cama.
Sobrevivà a un cáncer en fase IV y a un trasplante de médula ósea. A menudo me costaba dormir debido a los esteroides que me daban con la quimioterapia. SubÃa al estudio y veÃa algún anuncio triste al azar, o una escena conmovedora en un programa/pelÃcula, y lloraba en silencio. No sé por qué en silencio, pero mi perro Fry siempre aparecÃa; sin falta. DormÃa sobre mis tumores durante mi tratamiento. No soy religiosa, pero si hay ángeles, Fry era uno.
Según la profesora, "los propietarios de gatos comparten fotos de sus propios animales de forma muy parecida a como lo harÃan con las fotos de sus hijos; de hecho, el término "padre de mascotas" se ha hecho cada vez más popular a lo largo de los años", dijo. Sin embargo, añadió que "los propietarios pueden estar incluso más inclinados a publicar fotos de sus mascotas (frente a las de sus hijos) en Internet porque pueden percibir una menor necesidad de privacidad por parte de una mascota."
Estaba llorando a mares después de la muerte de mi abuelo hace un par de años y ella (mi gata) se acercó a mà y se quedó tumbada conmigo durante horas. No se movÃa y sólo me hacÃa compañÃa. Fue agradable tener esa compañÃa. Aunque a veces es una completa psicópata, su dulzura lo supera con creces.
TenÃa una tÃa a la que le encantaban las rosas amarillas, pero falleció en 2013. Estábamos muy unidas antes de que ella falleciera y yo estaba devastada. Esto es importante.
Seis años después estaba en un mal momento. Mi medicación para mi enfermedad mental no estaba funcionando asà que estaba en una espiral bastante fuerte. Tengo una perra, al que llamaré Rosy para esta historia. Un dÃa estaba sacando a Rosy a pasear y contemplé cómo cometerÃa un s**cidio. Estábamos caminando por el bosque cerca de mi casa y la dejé sin correa. Vivimos en el campo, por lo que no hay leyes sobre correas ni muchas posibilidades de que se cruce con nadie. Estaba escribiendo mentalmente mi nota y decidiendo mis asuntos cuando ella volvió hacia mÃ, llevando una rosa amarilla. No tengo ni idea de dónde la encontró, pero era sólo la flor y las hojas, sin tallo. Después de eso, se pegó a mà como si fuera pegamento, lo cual era inusual, ya que normalmente hacÃa sus propias cosas. Incluso se acurrucó conmigo esa noche. Después de eso decidà que no podÃa dejarla, porque ella se preocupaba mucho y algo debÃa haber pasado para que me trajera esa rosa. Mi madre incluso se tatuó una rosa amarilla en recuerdo de mi tÃa. Ella me salvó la vida, y no sé si era plenamente consciente. Pero lo hizo, y ahora soy más feliz que nunca. Ahora es una niña feliz de cuatro años, y yo soy más feliz que nunca. Gracias, Rosy, por ser mi mejor amiga y compañera durante estos cuatro años de mi vida, y mi salvadora durante los dos más recientes.
Estaba pasando por una mala ruptura cuando tenÃa 22 años. Esta chica me destrozó. Suena un poco tonto ahora, pero entonces pensé que mi vida habÃa terminado. Estaba en mi cama llorando y llorando, sólo querÃa que el dolor se detuviera, me sentÃa como una cáscara de mi antiguo yo. Asà que busqué en el cajón de mi mesita de noche y saqué un frasco de 120 cápsulas de Tylenol o de su forma genérica. Abrà el frasco y me llené la mano con 10-15 (pensaba tomar unos cuantos frascos). No sé por qué, pero me quedé mirando las pastillas durante 20 segundos, contemplando lo que iba a hacer, cuando mi perro saltó a mi cama y me acarició el brazo con su hocico e hizo que la mayorÃa de las pastillas se cayeran. Entonces, a través de las lágrimas, le miré con sus grandes ojos marrones. Era casi como si me dijera: "Oye, grandote, sé que estás triste, pero estoy aquà para ti y te quiero". Tal vez fueron sus grandes ojos marrones, tal vez fue el lenguaje corporal no lo sé. pero simplemente no podÃa hacerlo después de ver cómo me miraba. Sé que probablemente no tenÃa ni idea de lo que estaba a punto de hacer, estoy seguro de que todo lo que sabÃa era que yo estaba triste. Sin embargo, sabÃa que con un amigo asà a mi lado lo superarÃa. Y lo superé. Me alegro de haberlo hecho, porque al año siguiente me convertà en socorrista y he salvado a muchos huéspedes en apuros. Tuve la oportunidad de marcar la diferencia en la vida de otras personas gracias a él. Tuve que sacrificar a mi cachorro hace dos años, pero nunca olvidaré lo que hizo por mÃ. Me salvó la vida sólo por ser el mejor amigo del hombre.
Curiosamente, "ahora también sabemos que los lazos que los gatos forman con sus dueños pueden ser muy similares al vÃnculo entre los niños y sus padres y que su comportamiento social está influenciado por su crianza y el comportamiento humano hacia ellos", explicó Monique, lo que demuestra que es cierto que los dueños de gatos a menudo se perciben a sà mismos como mamás y papás.
Mi mamá habÃa muerto dos noches antes y por alguna razón pensé que era una buena idea dormir en el piso del baño sin cobijas ni almohadas. Mi gato arañó la puerta para entrar conmigo y durmió sobre mis piernas toda la noche y me mantuvo caliente. Nunca durmió conmigo ni antes ni después. La echo de menos. La tuve 15 años.
Me salvó la vida.
Cuando era un bebé, mi tÃa estaba en su teléfono sin prestar atención en absoluto y yo estaba gateando en nuestra terraza y luego de repente me caà en la piscina, mi perra Zoie vio y comenzó a ladrar como loca hasta que mi tÃa se acercó y me vio ahogándome. Me dijeron que estuve bajo el agua durante 10 minutos y los médicos dijeron que no lo lograrÃa, pero sobrevivà y todo gracias a ella, literalmente no estarÃa aquà si no fuera por ella.
Mi gato se quedó en la cama conmigo todo el tiempo que tuve COVID. Me sorprendió porque normalmente es un imbécil.
Siempre que estaba enferma, mi gata estaba a mi lado o muy cerca. SentÃa que me protegÃa mucho. O eso o estaba esperando a que me muriera para comerse mis restos.
Una de mis gatas se quedó a mi lado en todas partes las primeras semanas después de la muerte de mi madre en febrero. Era como si supiera que estaba sufriendo más de la cuenta y sólo querÃa hacerme sentir mejor. La misma gata se ha pegado a mi hijo de 5 años como si fuera un pegamento desde que mi suegra falleció el mes pasado (2021 ha sido un año de mi*rda para mi familia hasta ahora). Mi hija de 5 años está luchando con la pérdida de su abuela, asà que el hecho de que mi gato pase mucho tiempo con ella es una buena distracción.
He tenido episodios de parálisis del sueño por lo menos desde que tenÃa 7 años (todavÃa los tengo a dÃa de hoy). El perro de mi madre, Sugamama (un shih tzu), básicamente dormÃa en mi habitación durante mi año sabático cuando me quedaba con mi madre. Cada vez que tenÃa un episodio de PS, me lamÃa la cara y la mano para despertarme y se acurrucaba conmigo cuando me despertaba.
Lo agradecà mucho; si alguna vez has tenido un episodio de PS, es una experiencia tan aislante y desagradable (sobre todo si lo tienes al menos una vez a la semana), y estaba agradecida de tener su consuelo. Parte de la razón por la que quiero un perro ahora, pero las circunstancias no son las adecuadas actualmente.
Los riñones de mi perro estaban fallando, y como resultado, dejó de comer, y además no quiso tomar su medicación para la artritis. La noche antes de que tuviera que llevarlo a cruzar el puente del arco iris, reunió las fuerzas suficientes para agarrar uno de sus juguetes favoritos (un cangrejo de juguete) y lo dejó a los pies de mi cama mientras yo dormÃa. Dexter era el mejor bulldog, y ese último gesto todavÃa me toca la fibra sensible.
Mi perro tuvo que orinar en mitad de la noche y lo hizo en la bañera en lugar de en el suelo. Me pareció muy dulce.
justo antes de navidad, una amiga Ãntima de mi madre falleció tras una batalla contra el cáncer. era una persona preciosa, demasiado joven para haberse ido. pienso a menudo en ella y en su marido e hijos, no puedo ni imaginar cómo se debe sentir su familia. la noche que llegué a casa después del funeral, mi novio habÃa traÃdo a su perro, lo que fue una dulce sorpresa. Yo seguÃa llorando. normalmente su perro se emociona mucho cuando me ve, pero enseguida notó que algo iba mal y se calmó. se sentó conmigo y se apoyó en mà mientras lloraba, no se separó de mÃ. los dos me apoyaron hasta que pude volver a respirar. fue un momento tan agridulce.
Mi perra no querÃa que comiera en exceso, asà que se comió amablemente 2 filetes de la mesa de la cocina mientras se estaban marinando. Además, incluso lamió hasta la última gota para que yo tampoco tuviera que limpiar. Vaya santa
He tenido una akita marrón grande, probablemente de unos 45 kilos, hembra, la he tenido desde que tenÃa unos 4 años. Vivió hasta los 11 años, cuando se estaba muriendo yo estaba solo en casa y ella tenÃa problemas para respirar y parecÃa que le dolÃa. Me quedé fuera con ella intentando reconfortarla en sus últimos momentos pero se negaba a quedarse cerca de mÃ, luchaba por levantarse y se alejaba lentamente. creo que de alguna manera sabÃa lo que estaba pasando y no querÃa que la viera morir. sé que parece una exageración pero era una perra tan inteligente y leal que podÃa sentirlo. la muerte de una mascota nunca fue más dura que la suya.
HabÃa un perro callejero fuera de mi casa, asà que básicamente lo alimenté durante 2 dÃas y a la mañana siguiente comenzó a seguirme cuando caminaba hacia mi escuela (15 minutos de caminata), asà que en un momento dado se detuvo en la puerta de entrada de la escuela, pero increÃblemente después de 7 horas cuando salà lo encontré en el mismo lugar donde lo dejé en la mañana.
Primera depresión cuando tenÃa 7 años. Sollozaba por la noche y mi gato fue a recostarse contra mi cara, lamió mis lágrimas y apoyó su cabeza contra la mÃa toda la noche.
Yo estaba muy mal y lloraba mucho . De repente mi tortuguita se sube a mis pies y se queda mirándome. Entonces la recojo y la mantengo en mi regazo, sigue mirando fijamente. Me pongo a reÃr y entonces básicamente mete la cabeza en su caparazón y se duerme jajaja.