¿Qué tienen en común Europa y Estados Unidos? Dependiendo de a quién se le pregunte, la respuesta podría ser: “No mucho”, pero la mayoría de los habitantes de ambos lugares aman Europa. Los estadounidenses viven para sus vacaciones de verano en París o Roma y les encanta dedicar seis meses de sus publicaciones de Instagram a fotos frente a la Torre Eiffel o el Coliseo, y a los europeos les encanta quedarse en Europa porque puede ser increíblemente fácil y económico viajar dentro del continente. Hay tantos países en Europa como estados en Estados Unidos, lo que nos ofrece experiencias culturales casi ilimitadas.
Pero cuando los estadounidenses cruzan el charco para ir a Europa, hay una serie de diferencias culturales que les pueden llamar la atención, dependiendo del lugar al que vayan. Los curiosos usuarios de Reddit llevan años sacando a la luz estas peculiaridades, preguntando por ejemplos de cosas que son “Normales en Estados Unidos”, “Lo que más sorprende a los estadounidenses”, “Las diferencias más grandes que han visto los estadounidenses cuando se mudan a Europa”, y “Cosas que son socialmente aceptadas fuera de Estados Unidos pero que serían un horror mientras estás allí”. Hemos revisado muy bien estos hilos para poder encontrar las respuestas más interesantes y las hemos reunido en un solo lugar para que las lean. De modo que si son estadounidenses y están planeando un viaje a Europa, pueden evitar parte del inevitable choque cultural. Y si no son de Europa ni de EE.UU., pueden disfrutar escuchando sobre la cultura europea.
También sigan bajando para poder leer la entrevista con Dani Heinrich, creadora del blog de viajes Globetrotter Girls. Una vez que hayan terminado con esta lista, no olviden ver la última publicación de Bored Panda sobre este mismo tema aquí.
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No me pasó a mí, pero sí a mi hermana. Puede que ella diga otra cosa si le preguntan, pero esto siempre me ha llamado la atención.
Mi hermana se mudó a Suecia hace unos 4 años. Un año antes de la mudanza, se dio cuenta de que tenía un bulto en el cuello, justo debajo de la oreja. Con mucha preocupación, fuimos al hospital para que la examinaran y resultó ser un tumor benigno, así que no era algo peligroso por el momento y nos preguntábamos cuánto costaría para que se lo sacaran.
Creo que la cifra era de unos 17.000 dólares, teniendo en cuenta el seguro.
Así que esperó y se operó después de estar un par de meses en Suecia. Todo el asunto le costó 30 dólares.
Lo increíblemente rural que es gran parte de Inglaterra. Me hospedé en Cambridge y me impresionó lo bien conservados que estaban los espacios verdes.
También, cuando compras algún producto, suele estar etiquetado con el nombre de la granja de la que proviene. Es algo increíble.
Para conocer este tema de la mano de una experta en viajes, nos pusimos en contacto con Dani Heinrich, la mujer que está detrás del blog Globetrotter Girls. Aunque es originaria de Alemania, Dani ha viajado mucho por el mundo, así que le preguntamos si podía contar algunas de las mayores diferencias que ha visto entre la cultura estadounidense y europea. “Lo más chocante que vi cuando viajé por el suroeste de Estados Unidos fue que la gente llevaba armas encima, ¡y las mostraban con total libertad! Como alguien que ha vivido en varios países europeos en los que nunca había visto a nadie con un arma, eso me sorprendió. También fue algo que me asustó, siendo honesta, ¿con qué rapidez utilizarían sus armas si algo o alguien los molestara?”.
“La otra cosa que me sorprendió fue el tamaño de las porciones en los restaurantes. Muchas veces, las porciones de comida eran el doble de grandes de lo que son en Europa. Lo mismo pasa con el tamaño de las bebidas en los lugares de comida rápida (un vaso pequeño de Estados Unidos equivale a uno grande de Europa) y las tazas de café, ¿¡realmente necesito medio litro de café!?, o en el caso de un café helado de Dunkin: 32 onzas (un poco menos de un litro)”.
Bajé del avión en Frankfurt y había gente andando en bicicleta y fumando dentro del aeropuerto. También había gente haciendo ambas cosas al mismo tiempo.
Y me dio la impresión de que la gente de Europa era mucho más libre que la de Estados Unidos. Me abrió los ojos al hecho de que Estados Unidos no es la “dulce tierra de la libertad” en absoluto.
También le preguntamos a Dani si tenía algún lugar favorito que haya visitado de Estado Unidos y Europa: “Me encantan los paisajes del suroeste de Estados Unidos, los cañones y los desiertos, los cactus saguaros de Arizona y las coloridas formaciones rocosas de Utah. No me canso de ver los paisajes que hay allí, pero también me encanta el sur de California. En cuanto a ciudades, Nueva York, Nueva Orleans y Savannah son mis tres preferidas”.
“Si hablamos de Europa, me encantan todos los países que rodean el mar Mediterráneo, ya sea Turquía, España, Italia, Croacia o Malta. Me encanta la costa mediterránea, la comida mediterránea, el vino, la cultura y la historia de la religión. Italia es probablemente mi país favorito porque las ciudades son todas muy pintorescas, la comida es increíblemente deliciosa y la historia -el Imperio Romano en particular- es fascinante”.
El otro día le pregunté a un farmacéutico cuánto costaría mi medicamento y comenzó a reírse, como diciendo: “Ay, estos estadounidenses tontos que tienen que pagar por los medicamentos…”.
Además, el viento de Escocia es una locura. No podía quedarme parado sin que me empujara hacia atrás, y mucho menos caminar en línea recta.
Por último, le preguntamos a Dani por qué cree que es importante viajar y conocer otras culturas y nos contó un poco sobre su opinión: “Viajar por el mundo ha cambiado mi forma de ver una gran cantidad cosas”. “Muchas cosas que daba por sentadas, como la educación y la asistencia médica gratuita, con las que tuve la suerte de crecer, ya no me parecen obvias después de pasar unos años en Estados Unidos. También me resulta muy gratificante conocer otras culturas y otras formas de hacer las cosas y ampliar mis horizontes probando nuevas comidas y hablando con gente de diferentes lugares”. Si les interesa saber más sobre los viajes de Dani, no se olviden de ir a ver su Blog.
Hace poco fui a Londres y a París. Le di propina a un camarero de Londres y se quedó muy sorprendido. Además, todo lo que compraba costaba el precio exacto que decía en la etiqueta. Estoy acostumbrado a sumarle el 6,5% a todo.
Es lo suyo, que el precio que pone la etiqueta sea el precio a pagar y no hacer cuentas con la cabeza o calculadora para saber cuanto te va a costar realmente
Nunca me di cuenta de la inseguridad constante e inconsciente que sentía en Estados Unidos hasta que me mudé aquí. Donde vivo ahora, la gente no se mete contigo ni con tus cosas.
Viví un año en Hengelo por trabajo. La costumbre de andar en bicicleta en los Países Bajos es absolutamente maravillosa y la echo de menos.
La gente de Escocia (especialmente en Glasgow) es la más amable que he conocido en mi vida. Pueden establecer conversaciones amistosas contigo mientras estás en la parada del autobús; incluso, una persona me prestó 2 libras en una gasolinera. Parece que el 90% de la gente de allí es así. Es muy poco común.
Los estadounidenses piensan que 100 años es mucho tiempo y los europeos piensan que 100 millas es mucha distancia.
Soy canadiense, pero tuve un momento muy profundo cuando me di cuenta de que el banco en el que estaba sentada era más viejo que mi país.
Cómo todo el mundo habla con un tono de voz normal, y lo ruidosa que soy como estadounidense.
Las tres cosas que me llamaron la atención cuando estuve en Francia por primera vez:
Es mucha la gente que fuma.
Puedes acercarte a las cosas antiguas. Yo vivo en California y lo más antiguo que tenemos tiene 150 años. En Francia poder pasar por un edificio de 900 años y poder tocar las paredes fue totalmente alucinante.
Es increíblemente fácil identificar a otros estadounidenses.
Cuando tenía 16 años, fui a Polonia (Cracovia) con mi mejor amiga y nuestras madres. Nunca había estado en Europa y veníamos de un pequeño lugar muy poblado, donde prácticamente ninguna etnia es considerada minoría. Polonia es el lugar con más gente blanca en el que he estado. Solo vi a dos chicos negros y a una chica asiática mientras estaba allí, y los tres eran británicos. Viniendo de Estados Unidos, tiene sentido que esté acostumbrada a ver todo tipo de gente, pero fue chocante.
Otra cosa es que toda la gente era hermosa. Todos estaban bien vestidos, con un cabello perfecto y eran ridículamente atractivos. Todo lo que queríamos hacer era hablar con chicos.
La forma que tienen de conducir los italianos. Nunca en mi vida he tenido tanto miedo de ser atropellado por una motocicleta.
La forma de ver el uso de otros idiomas. En Estados Unidos siempre he sentido cierta indiferencia o incluso prejuicios por ser alguien a quien le interesan los idiomas.
Pero aquí, el uso de diversos idiomas a diario es algo normal en la sociedad.
En mi primer viaje a Amberg, Alemania, llegó un autobús a las estación y bajaron unos niños para ir a la zona peatonal sin estar acompañados de ningún adulto. Así de seguro era.
Además, manejan la sexualidad con más libertad. Según muchos de los amigos que tenía, yo era la única persona de Estados Unidos que habían conocido que quisiera aprender alemán. Nunca antes me habían dicho que mi acento fuera tan sexi. Eso fue todo lo que necesité para volver a casa con uno de ellos.
Definitivamente, valdría la pena volver a ir.
