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Como fotógrafa de partos, cada ocasión en que lo hago es especial, pero esta familia tiene un sitio especial en mi corazón. He fotografiado 2 de los 3 partos de Brooke, y en ambos casos, hubo un miembro especial de la familia ahí para ayudarla.

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En el 1º, al nacer su hijo Boyd, tenía a un corgi llamado Ryder, muy cariñoso. Todo el rato iba a ver a su dueña para ver que estaba bien. Se dejaba abrazar durante las contracciones y la vigilaba mientras caminaba para paliar el dolor. Le daba espacio y amor. Por desgracia, Ryder no llegó a ver el parto siguiente, pero su hermano Ranger estuvo ahí.

Según entré, vi a Ranger emocionado, sabía que algo pasaba. Sentía mucha curiosidad, pero era una presencia reconfortante mientras Brooke tenía contracciones. De vez en cuando saltaba sobre la cama para darle un beso a su dueña. Era algo bonito de ver: el vínculo entre madre, bebé y mejor amigo del hombre. Cada vez que veía al perro interactuar con Brooke, sacaba todas las fotos posibles, sabía que era especial.

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Cuando nos trasladamos a la piscina para partos, Brooke progresó muy deprisa. Ranger se sentó en el sofá vigilando. El marido de Brooke y Jenny la doula estaban a su lado para apoyarla durante las contracciones. Este parto parecía más duro e intenso que el anterior, pero lo consiguió.

¡Y fue una niña! Se llamó Berkeley y Ranger no paraba de saltar para conocerla. Estuvo mirándola constantemente, desde que la pesaron hasta que le pusieron ropita. Parecía orgulloso.

Ya en casa, comprobando las fotos, me parecieron perfectas. Le mandé algunas a Brooke y ella no se había dado cuenta de que Ranger nunca se apartó de su lado. Me alegró haberlo captado y que ella ahora pueda ver cosas que de otro modo no habría notado.

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Las reacciones en Facebook fueron geniales: nadie reportó las fotos por desnudez, nadie desaprobó lo ocurrido, nadie se fue de mi página. El parto es algo crudo, y algunas personas no están acostumbradas a verlo. Pero tampoco necesita ser ocultado. Con la historia de Ranger, solo recibí respuestas positivas. Me alegra haber compartido la belleza de la vida y la fortaleza de esta mujer a través de los ojos de Ranger.

Lo más bello de todo es que Brooke también es doula, se dedica a ayudar y reconfortar a muchas otras madres en estos momentos tan duros. Me alegro de que tuviera a sus corgis durante sus partos para guiarla. Estoy deseando ver cómo florece la relación entre Ranger y Berkeley, igual que con su madre.

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Más información en: Facebook | kristinannphoto.com

Ryder iba a ver a su dueña para ver que estaba bien. Se dejaba abrazar durante las contracciones…

…y la vigilaba mientras caminaba para paliar el dolor

Por desgracia, Ryder no llegó a ver el parto siguiente, pero su hermano Ranger estuvo ahí

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Ranger sabía que algo pasaba. Sentía mucha curiosidad, pero era una presencia reconfortante. De vez en cuando saltaba sobre la cama para darle un beso a su dueña

Era algo bonito de ver: el vínculo entre madre, bebé y mejor amigo del hombre

Era una presencia reconfortante mientras Brooke tenía contracciones, sabía que era especial

Cuando nos trasladamos a la piscina para partos, Brooke progresó muy deprisa

El marido de Brooke y Jenny la doula estaban a su lado para apoyarla durante las contracciones

Sabía que estaba en buenas manos, así que esperó pacientemente a que llegara el bebé

Este parto parecía más duro e intenso que el anterior, pero lo consiguió

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¡Y fue una niña! Se llamó Berkeley

Ranger no paraba de saltar para conocerla

Le encantó

Estuvo mirándola constantemente, desde que la pesaron hasta que le pusieron ropita

Parecía orgulloso

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Ya en casa, comprobando las fotos, me parecieron perfectas

Le mandé algunas a Brooke y ella no se había dado cuenta de que Ranger nunca se apartó de su lado

Me alegró haberlo captado y que ella ahora pueda ver cosas que de otro modo no habría notado.

Lo más bello de todo es que Brooke también es doula, se dedica a ayudar y reconfortar a muchas otras madres en estos momentos tan duros

Me alegro de que tuviera a sus corgis durante sus partos para guiarla