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Comer carne humana es tabú, pero las mórbidas creaciones de la artista culinaria Annabel de Vetten procuran simular esa experiencia. Residente en Birmingham, Reino Unido, Annabel es la mente maestra tras «Conjurer’s Kitchen». Desde cabezas de bebés muertos hechas con chocolate blanco a animales desollados, sus creaciones convierten los postres en un auténtico placer culpable.

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«Siempre te estremeces cuando te comes algo que tus ojos te dicen que no te comas, pero tu boca y tu nariz te urgen a devorar,» dijo De Vetten a Vice. «El alemán es un lenguaje extremadamente descriptivo… ‘wake’ se traduce literalmente como festín de cadáveres,» añadió la artista, cuyos orígenes son alemanes, al ser preguntada si había algo ritual en comerse sus abominables tentaciones.

La inspiración de De Vetten viene del arte alternativo y las películas de horror, y su estilo horriblemente detallado es el resultado de sus conocimientos en bellas artes y taxidermia. Conjurer’s Kitchen abrió al público en 2011 y es particularmente popular entre la comunidad a favor de la buena muerte, como historiadores médicos y directores funerarios.

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Más información en: Conjurer’s Kitchen | Facebook (via: beautifuldecay)

 

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