20 Brillantes respuestas de la gente ante quienes no quieren que aumente el salario mínimo en EEUU
Para los que viven en una ciudad metropolitana, 7,25 dólares pueden parecer un pequeño bocadillo y una bebida en el mejor de los casos, pero para muchos estadounidenses esta es la realidad del salario mínimo federal por hora.
La cantidad ha sido exactamente la misma desde 2009, así que no es de extrañar que aumentarla a 15 dólares/hora se haya convertido en una de las prioridades de la administración Biden. "Nadie debería trabajar 40 horas a la semana y vivir en la pobreza", anunció anteriormente.
Pero ahora mismo, Biden se enfrenta a la resistencia del Congreso, ya que reconoció que la propuesta probablemente tendrá que ser omitida del plan de ayuda financiera de 1,9 billones de dólares. Y aunque el aumento del salario reduciría el número de personas en situación de pobreza y aumentaría el sueldo de 27 millones de trabajadores, probablemente aumentará el déficit presupuestario federal.
Muchos estadounidenses se sienten alegres ante la perspectiva, pero algunos no están tan impresionados. Armados con argumentos un tanto cuestionables, los críticos acudieron a Twitter para compartir por qué no quieren que se produzca el tan esperado aumento del salario mínimo medio.
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El salario mínimo federal es actualmente de 7,25 dólares por hora y se ha mantenido igual desde 2009, lo que lo convierte en un ingreso invivible en la mayor parte de Estados Unidos. A finales de enero, los demócratas presentaron la Ley de Aumento del Salario de 2021, que aumentaría gradualmente el salario mínimo federal de 7,25 dólares a 15 dólares para 2025.
Pero la Casa Blanca accedió a la decisión de un parlamentario del Senado de que el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora no podía incluirse en el proyecto de ley de alivio de Covid-19 que se tramita en el Congreso. Mientras tanto, el presidente Joe Biden, del que dependen ahora mismo 27M de trabajadores, prometió no rendirse y volver a intentarlo.
El también senador de Vermont Bernie Sanders declaró el viernes "Si alguien piensa que nos estamos rindiendo en este asunto, está muy equivocado", y añadió: "Si tenemos que votar sobre ello una y otra vez, lo haremos y vamos a tener éxito. El pueblo estadounidense entiende que no podemos seguir teniendo a millones de personas trabajando por salarios de hambre."
Tradicionalmente, la división en Washington se ha visto entre los trabajadores y sus aliados demócratas, y las empresas y sus aliados republicanos. Sin embargo, según NBCNews, esta vez la lucha por el salario mínimo está "dividida en tres bandos, ninguno de los cuales se ajusta claramente a las agrupaciones ideológicas o empresariales esperadas": Están los que apoyan un salario mínimo de 15 dólares, los que se oponen a aumentar el salario en absoluto y un gran grupo en el medio abierto a aumentar el mínimo a, digamos, 10 dólares la hora pero no hasta los 15 dólares".
Mientras tanto, varias encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan el aumento del salario mínimo. Y mientras otros esperan una decisión a nivel nacional, varias ciudades y estados ya han elevado los pisos de su propio salario a 15 dólares.
Siete estados (Alaska, Florida, Minnesota, Montana, Ohio, Dakota del Sur y Vermont) aumentaron automáticamente sus tarifas en función del coste de la vida y 14 estados (Arizona, Arkansas, California, Colorado, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Missouri, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York y Washington) aumentaron sus tarifas debido a una legislación o iniciativas electorales previamente aprobadas.
Además, los votantes de Florida aprobaron la Enmienda 2, que eleva el salario mínimo estatal a 15 dólares por hora para 2026. La enmienda eleva el salario mínimo a 10,00 dólares por hora a partir de septiembre de 2021, con un aumento anual continuado hasta alcanzar los 15,00 dólares por hora.
Bettie Douglas, una cajera de Which Wich Superior Sandwiches en St. Louis, Missouri, que gana 10 dólares la hora, dijo a CNN que su salario apenas cubre el alquiler, las facturas y la comida.
Comentó: "Me merezco un salario digno. Cualquiera que trabaje merece cuidar de su familia, alimentarla, pagar sus facturas, permitirse las necesidades de la vida. No pido una limosna, trabajo todo lo que puedo. 10 dólares no lo consiguen, y 15 dólares tampoco lo van a conseguir, pero al menos ayudarán".
