Instagram vs. Realidad: 30 fotos de mujeres que que se “expusieron” a sí mismas para demostrar lo engañosas que pueden llegar a ser las redes sociales
Las redes sociales eliminan miles de millones de cuentas falsas pero resulta ser que, a veces, ni siquiera las cuentas que pertenecen a personas reales son totalmente auténticas. Nuestra búsqueda eterna de la perfección física ha logrado que nuestros perfiles en estas plataformas se vean mucho más radiantes y delicados de lo que alguna vez hemos sido en la realidad. Esta obsesión ha llegado a tal punto que se ha convertido en la norma y, la mayor parte del tiempo, ni siquiera somos capaces de distinguir debajo de cuántos filtros se esconden las personas que vemos en nuestro feed.
Como ha señalado Rebecca Jennings en Vox, las cosas se complican cuando la premisa no viene de un malvado redactor anónimo que trabaja en una revista de moda sino de personas normales que comienzan a rellenarse los labios y retocar pequeños defectos. Existen aplicaciones que son fáciles de usar y permiten que prácticamente cualquier persona pueda participar en este tipo de manipulación, dándole a todo el mundo la capacidad de crear una versión digital perfecta de sí mismo.
Para demostrar que no siempre debemos creer todo lo que vemos en las redes, la tiktoker RIKKI ha estado realizando una serie de videos llamada “Instagram vs. Realidad” (que se llama igual que nuestra serie de artículos) donde muestra el antes y después de editar sus fotos. La honestidad de su contenido la ha llevado a recibir millones de visitas y el revuelo que se ha armado en torno a este fue tal que muchos usuarios han querido hacer lo mismo, logrando que se convierta en una especie de nueva tendencia en Internet.
La tiktoker RIKKI compartió el antes y después de sus fotos editadas para recordarle a la gente lo engañosas que pueden a llegar a ser las redes, y muchas otras mujeres decidieron seguir su ejemplo
@rikkisandhuu
Ahh they gradually get worse & worse! ?✨ #bodypositivity #filtervsreality #makeuptips #foryou
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En el artículo de Vox que hemos mencionado previamente, Rebecca Jennings destacó que “mientras que muchas grandes celebridades —entre las que podemos encontrar desde Beyoncé y Lady Gaga hasta modelos de Victoria Secret— han sido ‘descubiertas’ editando sus fotos de Instagram, hay personas que reciben otro tipo de burlas por hacerlo. Estas son aquellas figuras que pensamos que se encuentran por encima de realizar tales cosas como, por ejemplo, Callista Gingrich, la embajadora de los Estados Unidos en la Santa Sede, quien, al parecer, tiene la costumbre de publicar fotos junto a su marido Newt donde sus caras parecen ser más suaves que las de los bebés que pintaban en la época del renacimiento”.
Pero, según Jennings, los ejemplos más fascinantes son los de las estrellas que protagonizan los programas de televisión más desastrosos y dramáticos del mundo: Vanderpump Rules y The Bachelor.
“No es su popularidad lo que hace que la gente se sorprenda por su excesivo uso del Facetune sino que los protagonistas de estos realities suelen ser de los más desvergonzados cuando de patrocinar productos para el blanqueamiento dental y pelearse entre ellos en la sección de comentario se trata”.
No, es el hecho de que estas son las mismas personas que están dispuestas a mostrar los peores momentos de sus vidas en la televisión nacional, muchas de las cuales han estado desnudas, borrachas y/o han sido arrestadas frente a las cámaras. “A diferencia de los influencers que consiguieron una gran cantidad de seguidores gracias a sus imágenes cuidadosamente publicadas, las estrellas de los realities no tienen manera de controlar de qué manera se las muestra en la televisión”, explicó Jennings. “Ceden todos estos derechos antes comenzar a filmar y no tienen idea de si la edición les jugará a favor o en contra, lo que hace que su reputación esté en manos de los productores”.
“Sin embargo, un recorrido a través de los perfiles de Instagram de todos estos famosos no hará más que mostrarte fotografías perfectamente planificadas y totalmente editadas como si el melodrama que protagonizaron en la televisión no fuera más que un recuerdo lejano. Las estrellas de los reality shows son, lo quieran o no, los principales ejemplos de una conversación que se vuelve cada vez más importante entre aquellos que se encuentran en las redes sociales, es decir, la mayor parte de la población: el abismo que existe entre la persona virtual y la real”.
Puede que te preguntes por qué nos importa esto y esa es una muy buena pregunta porque puede que estas cosas comiencen a pasarles factura incluso a aquellos que se encuentran fuera de este círculo y solo se dedican a observar toda esta farsa.
En 2019, Marika Tiggemann e Isabella Anderberg publicaron un estudio llamado “Las redes sociales no muestran la realidad: El efecto de las imágenes de “Instagram vs. Realidad” sobre la comparación social y la imágen corporal de las mujeres”. Esta investigación reveló que este tipo de imágenes tienen el poder de limitar el impacto que de las publicaciones en las redes sociales sobre nuestra salud mental.
Como parte del estudio, se les asignó a un grupo de mujeres que vieran uno de estos tres conjuntos de imágenes al azar: Ambas imágenes de “Instagram vs. Realidad”, solo la imagen del lado “ideal” o solo la del lado “real”. Cuando las mujeres veían la fotografía real o la comparación de ambas fotos, las investigadoras descubrieron que ya sea por identificarse o ignorar por completo la fotografía “perfecta” se lograba prevenir que estas comenzaran a compararse con cánones de belleza totalmente imposibles, reduciendo así el impacto negativo sobre su imagen corporal y disminuyendo de gran manera la disconformidad hacia sus propios cuerpos.
Así que puede ser que estos tiktoks estén ayudando más de lo que tú, yo e incluso las personas que los están creando podemos llegar a imaginarnos.
