30 De los peores ejemplos en los que la salud y la seguridad laboral brillaron por su ausencia

La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) es responsable de la seguridad de los trabajadores estadounidenses. En la UE, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo desempeña una labor similar, aunque con algunas diferencias significativas. En primer lugar, los distintos países de la UE tienen sus propios organismos de inspección laboral que realizan las inspecciones e investigaciones de los problemas de seguridad en el trabajo. 

La OSHA lleva un recuento de las infracciones más comunes en materia de seguridad en el trabajo que detecta cada año en Estados Unidos. Entre ellas se encuentran la insuficiente protección contra caídas, la deficiente protección respiratoria y la mala seguridad de las escaleras. Aunque estas estadísticas proceden de lugares de trabajo estadounidenses, es probable que en obras comparables de todo el mundo haya problemas similares. Como cabe imaginar, las obras de construcción son de las más peligrosas, junto con los trabajos en los que intervienen sustancias químicas.

Aunque pueda parecer contrario a lo que parece, la OSHA no es en realidad responsable de comprobar las medidas de seguridad en minas e infraestructuras energéticas, a pesar de que es bastante fácil imaginar todos estos peligros presentes allí. Esto no se debe a un descuido burdo o a una desregulación agresiva, sino todo lo contrario: el gobierno federal dispone de organismos independientes para comprobar si, por ejemplo, una mina cumple las normas de salud y seguridad. Esto ayuda a los empleados de la OSHA a centrarse en sus competencias específicas sin necesidad de una formación especializada para trabajar con minas y líneas eléctricas.

Muchas de las sugerencias y normativas presentadas por los organismos de inspección de seguridad parecen costes añadidos para los directivos. Nuevos equipos, formación y otras medidas suponen más gasto, naturalmente. Pero los expertos en seguridad sostienen que se trata de un análisis engañoso. Podría decirse que las indemnizaciones a los trabajadores, las multas y la pérdida de reputación son peores que pagar por algunos equipos, pero la psicología humana tiende a infravalorar las posibilidades de que se produzca un desastre, por lo que estas precauciones "parecen" un despilfarro para la alta dirección. Esto no podría estar más lejos de la realidad.

La mayoría de las veces, los trabajadores pasarán por uno o dos casi accidentes antes de que ocurra algo realmente peligroso. Normalmente, esto se celebra, ya que no ha pasado nada malo, pero los expertos dicen que estas situaciones son un excelente momento para aprender. Que esta vez no haya pasado nada malo no significa que la próxima vez vaya a ocurrir lo mismo.

A menudo puede haber una desconexión entre los trabajadores expuestos a peligros y los directivos, ya que los directivos son los que realmente pueden resolver el problema, mientras que los trabajadores son los más conscientes y afectados por los posibles peligros. Las empresas deben asegurarse de que todos los trabajadores puedan informar y detallar los peligros con facilidad y sin temor a repercusiones.