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La señora T es una tortuga terrestre de 90 años que vive en Pembrook, Gales, y cuyas patas delanteras fueron devoradas por ratas mientras hibernaba. Su dueña, Jude Ryder, se temía lo peor. Una factura de 1000 libras después de visitar al veterinario hizo poco por mejorar la situación, pero Dale, de 37 años e hijo de la dueña, es ingeniero mecánico, y tuvo la idea de pegar al caparazón de la tortuga unas ruedas procedentes de un avión de aeromodelismo, lo que convirtió a la tortuga en el doble de rápida de lo que era antes. Dale recibió como regalo a la señora T cuando tenía 8 años y ella unos 60.

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«Ha sido como ponerle el turbo, ahora va al doble de velocidad de lo que solía,» dice Ryder. «La señora T es aún joven para ser una tortuga. Puede vivir unos 50 años más, todo lo que necesita es que le cambien las ruedas de vez en cuando.»

Que las ratas ataquen a las tortugas no es infrecuente. En 2013, la tortuga más vieja de Gran Bretaña, Thomas de 130 años, murió a causa de mordiscos de ratas.

(via: telegraph)

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