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Algunos somos parte de esos niños raros que nunca copiaron en un examen porque la idea de que nos pillaran nos daba pánico. Era demasiado para nuestros cerebros ansiosos.

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Sin embargo, quizá esto no evitó que lo hicieran los compañeros de clase. A veces había competiciones para ver quién podía escribir las chuletas más pequeñas, o la mejor manera de esconderlas. Con cada examen, era más loco, y parecían más adictos a ello.

Unos estudiantes de ingeniería subestimaron la capacidad de su profesor «anciano» para detectar sus trampas…

Image Credit: Ccarlstead (Not actual photo)

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Un usuario de reddit llamado MWXH compartió la historia sobre su profesor de ingeniería, que llevó a otro nivel la detección de tramposos. Este profesor mayor fue subestimado por sus estudiantes, y resolvió un problema moderno con una táctica moderna.

… resultando en esta impresionante historia compartida por Mwxh en Reddit

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A mucha gente le sorprendió que se deje a los estudiantes abandonar un examen así, para ir al baño, lo que abre todo un horizonte para hacer trampas, algo muy injusto para los demás estudiantes.

Lo que es peor, nadie parecía tener ni idea de que esto era una trampa: «No creo que nadie pensara que era una trampa, ya que es algo relativamente común en este departamento. No dijo nada al respecto hasta el email tras el exámen.»

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Y aunque el profesor tenía una buena razón para hacer esto, queda la cuestión de la ética. ¿Se permite al profesor avergonzar públicamente a los estudiantes por copiar cuando hay formas más respetuosas en las instituciones de enfrentarse a esto? «Creo que es poco ético, ya que habría sido más fácil prohibir que saliéramos del aula. Pero no sé si el departamento tiene alguna norma específica sobre ello. Aún así, no tengo simpatía por los tramposos y espero que los echaran.»

«Le envié al profesor el email de este hilo cuando se volvió viral, y señalé que algunos comentarios decían que compartir los nombres de los estudiantes violaba la Ley de Derechos Educativos y Privacidad Familiar. Pero no me respondió ni tampoco he sabido más de él desde que envió ese email.»

Con los avances tecnológicos, los tramposos cada vez tendrán formas más eficientes de copiar. Sin embargo, la lección que sacamos de esta historia es que no hay que subestimar a los profesores, porque ellos SABEN.