No hace falta decir que hay que tener cuidado de no acercarse a leones y otros animales salvajes, pero eso no significa que sean asesinos a sangre fría sin sentimientos. Alguien que sabe esto muy bien es Frikkie Von Solms, un sudafricano de 69 años dedicado a cuidar leones: se ha pasado los últimos 11 años de su vida criando a Zion, un león africano amable y dulce.
Zion nació en cautividad, hijo de una leona llamada Simba, pero tuvo que ser separada de ella porque se temía que el padre mataría al cachorro. Al crecer con su cuidador, Zion se ha convertido en un animal gentil y delicado: cuando salen de paseo, su cuidador tiene que quitarse los zapatos, porque el ruido que hacen molesta a este «gato grande».
«Ha sido una experiencia única crecer con Zion, aprender y vivir con él durante todas las etapas de la vida de un león,» explicó Von Solms al Daily Mail. «La gente habla de los leones como si solo fueran leones, pero tienen distintas personalidades, tienen humor y se ríen. Zion es un gigante amable. Nunca ha atacado a humanos y confío en él completamente.»
(via: dailymail)
A Zion lo separaron de su madre cuando era un cachorro por miedo a que su padre lo matara
Ahora tiene 11 años y ha pasado toda la vida con Frikkie, su cuidador
Zion se ha vuelto tan delicado que prefiere que Frikkie vaya descalzo, porque le molesta el ruido
Este león de 11 años y su cuidador de 69 se han convertido en los mejores amigos
«Zion es un gigante amable. Nunca ha atacado a los humanos y confío en él completamente»
«Ha sido una experiencia única crecer con Zion, aprender y vivir con él durante todas las etapas de la vida de un león»
«La gente habla de los leones como si solo fueran leones, pero tienen distintas personalidades, tienen humor y se ríen»
Son amigos tan íntimos que comparten cama y camión
En su trabajo, Frikkie ha criado a 19 leones, tigres y guepardos, pero dice que Zion «es especial, por el vínculo que compartimos. He aprendido mucho de él»
A veces, Frikkie coge a Zion de la cola cariñosamente
Los leones pueden ser peligrosos, pero Frikkie y Zion demuestran que no siempre se da el caso.
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