En las últimas décadas, la sociedad ha pasado a recurrir a Internet para todo: comprar cosas, ver películas y programas, mantener contacto con amigos y familiares, e incluso como forma de convertir a personas comunes en celebridades. Hoy en día, el concepto de influencer no es nada nuevo; la palabra está incluso en el Diccionario Merriam-Webster desde el 2019. Pero dependiendo a quién le preguntes, el término puede tener una connotación positiva o negativa.
Nunca ha sido fácil encontrarse con 15 minutos de fama, pero no todos manejan esa pequeña cantidad de notoriedad con gracia. Recientemente, el usuario de Reddit JesseB342 preguntó: "¿Qué casos has visto donde a alguien la más mínima cantidad de fama/influencia en Internet se le fue a la cabeza?". Cientos de lectores respondieron con las historias más vergonzosas que uno pueda imaginar.
A continuación, hemos reunido algunas de las mejores respuestas que tal vez los pongan contentos de no ser virales en TikTok. Asegúrense de votar por las historias protagonizadas por personas a las que nunca seguirían en las redes sociales, y déjennos saber en los comentarios si tienen alguna experiencia personal con alguien a quien se le subió su pequeña cantidad de fama a la cabeza. Y si luego están interesados en echarle un vistazo a otro artículo de Bored Panda con influencers que merecen ser avergonzados en línea, pueden encontrarlo aquí.
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Hace unos años, comencé un pódcast de fútbol de fantasía con algunos amigos. Después de un episodio con 5 reproducciones pensé: “Esto es fácil. Nos haremos grandes en poco tiempo”. Así que hablé con los chicos para abrir un Patreon y ver si querían que habláramos con plataformas de fútbol de fantasía para proponerles ser su pódcast oficial. Jaja.
En ese momento tienes muchas ganas de compartir con el mundo algo que has creado como si fuera un regalo de Dios para la humanidad. Seguimos haciendo el programa durante un par de años y definitivamente bajamos nuestras expectativas después de unos episodios. Pero fue muy divertido de todos modos.
Una nueva presentadora de televisión local intentó pagar su cena en un restaurante con un cheque. El restaurante no acepta cheques; está publicado en la puerta principal por la que ella entró. La mujer se levantó y empezó a gritarle a la camarera: "¡¿Sabes quién soy?!". La camarera le contestó que no y se fue a buscar al gerente. Al final, la presentadora no pudo pagar con un cheque…
Dos semanas después, la misma presentadora entró en la tienda departamental en la que yo trabajaba. Cargaba una pila de ropa en sus brazos, la arrojó sobre el mostrador y preguntó qué tipo de descuento tenía por ser una celebridad local. Mi compañera le explicó que tal cosa no existía. Tiró la ropa del mostrador y le dijo que tenía que aprender a tratar mejor a la clase alta.
Ya no es nuestra presentadora de televisión local.
Trabajo para una empresa que se dedica a reservar viajes de lujo; para que se den una idea, hay paquetes de 20.000 dólares.
Una mujer se puso en contacto con nosotros con la idea de obtener un viaje gratis a cambio de publicarlo en su blog. Proclamó orgullosa que tenía 800 seguidores.
La cuenta de fotos del perro de mi compañero tiene más seguidores.
Trabajo con un niño que tiene (creo) 7 años y es un "influencer de Youtube". Con esto quiero decir que sus padres crearon un canal de Youtube que sigue el mismo formato de otros niños famosos en esa plataforma. Tuvieron suerte con un video que consiguió 10.000 visitas (todos los demás apenas llegan a un centenar), y esto se les subió a la cabeza de inmediato. El padre del chico se refiere a sí mismo como su "representante" y responde preguntas en nombre del pequeño. Reparten tarjetas de presentación con toda la información de sus redes sociales, e incluso ¡han cambiado legalmente el nombre del niño por el que usa en Youtube!
La peor parte es que el niño parece indiferente a todo esto. Es seguro que sus padres lo están forzando.
Mi hija consiguió 20.000 seguidores en TikTok y decidió dejar a su marido y su hija de 6 años para formar parte de los eventos.
Se viste de manera elegante y habla efusivamente de conocer gente "famosa".
Antes de TikTok, teníamos Vine. Una chica de la que era amiga publicó unos cuantos videos allí y se viralizaron mucho. En un momento dado, fue entrevistada por un canal de televisión y por periódicos; también hizo sketches para la emisora de radio local. Para un lugar como Escocia, eso fue bastante impactante porque normalmente no nos va bien con este tipo de cosas. Dejó su trabajo de gerente en un supermercado, convencida de que iba a ser famosa gracias a Vine. Esto fue cuando ser "influencer" o "creador de contenido" era algo relativamente nuevo. Cortó relación con todos los que le aconsejábamos que no hiciera esto, incluyéndome; teníamos una amistad de 7 años en ese momento.
En resumen: fracasó. Ahora trabaja en la barra de un club nocturno. Tuvo tres meses de fama antes de darse cuenta de que a nadie le importaban sus vídeos y ya no se le ocurría nada divertido para escribir y protagonizar.
Debo agregar que se presentó a una de las audiciones abiertas que hicieron aquí para la película de Star Wars. Puso junto a la foto de su rostro: "Modelo, actriz, estrella de Vine".
A una compañera mía la invitaron a una estafa piramidal a través de Instagram. Empezó a planear toda su carrera como influencer. Se enfadó mucho cuando escribí una extensa explicación sobre lo que es una estafa piramidal, y le mostré que había recibido docenas de esos mensajes privados antes.
Tenía un amigo que se convirtió en uno de los imbéciles más insufribles que puedas imaginar porque consiguió 200 seguidores en Instagram.
Un video de TikTok de mi ex novia llegó a tener 1 millón de visitas, ¡lo que me pareció genial! Pero ella comenzó a pensar que, de repente, tenía una audiencia dedicada y fanática a la que debía complacer. Por lo tanto: TikTok, Instagram y Twitter se convirtieron en su vida y publicó toda su existencia (por extensión también me vi involucrado). Esto continuó durante un tiempo hasta que reconoció su adicción y dejó Tiktok.
Solía responder el buzón de correo electrónico de propuestas no solicitadas de una gran empresa de bienes de consumo. Básicamente, era la dirección donde la gente enviaba ideas; ya fueran de marketing, productos, etc.
No se dan una idea de la cantidad de personas que intentaron vendernos la licencia de “su canción viral” que tenía “casi 10.000 visitas en Youtube”.
Se aprecia el afán, pero nadie va a pagar por usar una canción con 10.000 reproducciones en Youtube. Eso no convierte a nadie en “viral” ni “famoso”.
Fui a la escuela con una chica que era una… aspirante a actriz. Apareció en un corto de baja calidad en Youtube; intentaba convencer a todo el mundo de que era famosa y de que todas las empresas la querían por ello. Incluso tenía retratos que traía a la clase para mostrarle a todo el mundo… y a nadie le importaba. Realmente se creía mejor que los demás y hasta actuaba como una celebridad. Llegaba con gafas de sol y trataba a todo el mundo como si estuviera por debajo de ella. Sinceramente, era triste.
Recuerdo a un hombre que hace una década (olvidé su nombre) hacía algunos videos de comedia; pero sobre todo hacía música metal de nicho basada en alguna historia de fantasía que había escrito.
Tenía unos 10.000 suscriptores. Un día subió un video en el que básicamente se la pasó gritándole a sus fans y los culpaba de no haberlo convertido en una estrella de rock famosa. Totalmente enajenado, decía una y otra vez cosas como: “Todos quieren mis videos de comedia, pero no compran mi música. ¡Vayanse a la m****a!”. Después de esto, cerró su canal.
Salt Bae. Perdón.
Un chico de mi ciudad, que era conocido por ser bastante idiota, ayudó a unos ancianos a escapar de un incendio. El acto en sí fue admirable y él merecía el reconocimiento que tuvo en los medios de comunicación locales; también se hizo viral durante una semana o dos. Pero eh… más de 5 años después del hecho, él todavía lo usaba para tratar de no pagar entradas o evitar que lo echaran de los bares locales después de negarse a pagar las cuentas. Recientemente, mi hermano se encontró con su cuenta de Instagram y en la descripción decía algo así como: "Héroe anónimo, escríbanme al privado para más detalles".
Un amigo estuvo en un video de un evento de autos que se hizo viral allá por el 2011-2012. Dijo como unas 8 palabras, no se lo podía ver pero sí escuchar. Iba por ahí diciéndole a la gente que era "famoso" por estar en un video viral de Youtube. Yo pensaba: "Amigo, si tienes que anunciar que eres famoso probablemente no lo seas".
En la universidad, una conocida fue elegida vicepresidenta del consejo estudiantil. Casi instantáneamente se convirtió en la persona más insufrible que he conocido. Se quejaba de que la vida de 20.000 personas estaban "en sus manos". Usaba este hecho para intentar conseguir un mejor servicio en los restaurantes, parecía algo sacado de una comedia. Dejamos de ser amigos de ella.
Trabajé con un tipo que cada vez que conocía a alguien nuevo se presentaba como actor. Tenía un canal de Youtube con 47 suscriptores y se llamaba a sí mismo con un término vergonzoso para un hombre de su edad.
Una vez vi a una mujer actuar como si fuera la dueña de Internet. Amenazaba con mostrar los videos que grababa a su “legión de fans”.
Tenía 1.000 seguidores en Instagram. Nada más.
Si vas a cualquier convención de anime, verás cómo algunos empleados voluntarios abusan del más mínimo poder que tienen para hacer la vida de todos más difícil. Esto no se trata solo de los de rango más bajo, sino que puede llegar hasta lo más alto en la jerarquía.
¿No me crees? Ofrécete como voluntario en la convención de anime más cercana, terminarás asqueado.
Conocí a un tipo que probablemente fue acosado toda su vida, pero tenía un cargo alto en la convención local. Una vez despidió a un voluntario porque lo miró mal.
Dicho esto, conocí a algunas personas realmente bondadosas mientras fui voluntario. Lo triste es que, al final, se agotan por culpa de esos idiotas.
Hace años, el Washington Post solía tener un tabloide gratuito. En una página aparecían citas de varios blogs locales.
Mi blog fue citado algunas veces y me parecía en cierto punto genial. Pero algunos de los otros blogueros se obsesionaron. Iban a recoger miles de copias del tabloide para guardarlas porque ahora eran blogueros famosos.
